La tecnología de diagnóstico por imagen vive una auténtica revolución. La Medicina Nuclear, disciplina clave para detectar enfermedades en fases tempranas y precisar tratamientos, se encuentra en un momento de transformación que está marcando un antes y un después en la práctica clínica. Un ejemplo de ello es el Hospital Ruber Internacional, que acaba de reforzar su Servicio de Medicina Nuclear con la incorporación de dos equipos de última generación: una nueva gammacámara SPECT-TAC y un PET-TAC digital con tecnología time of flight y oncofreeze.
Estas adquisiciones suponen un salto cualitativo en términos de capacidad diagnóstica, seguridad y comodidad para los pacientes, y consolidan al centro como un referente en la medicina de precisión aplicada al diagnóstico por imagen.
Las novedades en la tecnología de diagnóstico por imagen que llegan al Ruber Internacional
Gammacámara SPECT-TAC para ir más allá de lo convencional
La primera de las novedades es la gammacámara SPECT-TAC, que permitirá realizar estudios anatomo-funcionales en pruebas convencionales de Medicina Nuclear con un nivel de detalle muy superior al que se alcanzaba hasta ahora.
El doctor José Francisco Boán, jefe de Medicina Nuclear del hospital, explica el valor diferencial de esta tecnología: “La suma de la imagen anatómica a la imagen molecular incrementa de forma significativa el rendimiento diagnóstico, ofreciendo al especialista más información y al paciente mayor seguridad en el abordaje de su enfermedad”.
En términos prácticos, esta tecnología permite delimitar de forma más precisa lesiones y patologías, lo que repercute directamente en la planificación terapéutica y en la confianza con la que los médicos pueden tomar decisiones.
PET-TAC digital: rapidez, precisión y menor radiación
La segunda incorporación, un PET-TAC digital con tecnología time of flight y oncofreeze, representa otro hito en el diagnóstico por imagen. Su alta resolución espacial permite reducir los artefactos que suelen producirse por los movimientos respiratorios del paciente, mejorando así la calidad de los estudios.
Pero quizá lo más destacado es su sensibilidad mejorada, que se traduce en beneficios tangibles:
- Pruebas más rápidas: los estudios pueden realizarse en unos 10 minutos, frente a los 20 que suelen requerir los equipos convencionales.
- Menor dosis de radiofármaco: gracias a su eficiencia, es posible obtener la misma calidad de imagen con una menor exposición a radiación.
- Mayor comodidad para el paciente: menos tiempo en la máquina y más seguridad en el procedimiento.
Sobre esta tecnología de diagnóstico por imagen. el Dr. Boán apunta a un “avance en comodidad, protección radiológica y seguridad para los pacientes, sin renunciar a la máxima precisión en el diagnóstico”.
Impacto directo en la calidad asistencial
La combinación de ambos equipos coloca al Hospital Ruber Internacional en la vanguardia tecnológica de la Medicina Nuclear en España. Los beneficios no se limitan a la incorporación de dispositivos de última generación, sino que se traducen en una mejora sustancial de la calidad asistencial: diagnósticos más rápidos, fiables y seguros, con menos molestias para los pacientes.
Este refuerzo también incrementa la confianza de los especialistas, que disponen ahora de herramientas capaces de ofrecer información más detallada y precisa sobre el estado de cada enfermedad. En patologías complejas como el cáncer, donde la detección temprana y la exactitud en el diagnóstico resultan vitales, contar con equipos de estas características puede marcar una gran diferencia en el pronóstico.
La llegada de estas tecnologías se enmarca en una tendencia más amplia: la de la medicina personalizada, donde cada paciente recibe un abordaje ajustado a sus características biológicas y a la evolución de su enfermedad.