Santander lo ha vuelto a hacer. El grupo bancario ha logrado nuevos récords de ingresos y facturación en sus últimos resultados trimestrales. La entidad ha anunciado que al cierre de los nueve primeros meses del año, ha conseguido un beneficio atribuido de 10.337 millones de euros, un 11% más que en el mismo periodo del año anterior.
Un nuevo récord y, por tanto, el mejor resultado de su historia para este tramo del ejercicio. Santander acumula seis trimestres consecutivos de récords y consolida su posición como uno de los grandes referentes de la banca europea por rentabilidad, solvencia y diversificación de ingresos.
El crecimiento no se explica solo por el tamaño del grupo, sino por la solidez de su modelo operativo y por una estrategia enfocada en la eficiencia y la digitalización. Con 178 millones de clientes en todo el mundo, siete millones más que hace un año, el banco presidido por Ana Botín ha logrado sostener la rentabilidad en un contexto de tipos de interés menos favorable y de mayor competencia global en el sector financiero.
La propia Botín hace referencia a tal rentabilidad y el crecimiento de la cartera de clientes, a consecuencia de la “fortaleza de nuestro modelo de negocio, la disciplina en el crecimiento rentable, la solidez de nuestro balance y las ventajas de nuestra escala global”.
Declaraciones y cifras permiten a Santander mirar con mucha confianza el cierre del ejercicio de 2025. En sus previsiones, la entidad espera alcanzar unos ingresos totales de 62.000 millones de euros, mantener el coste del riesgo en torno al 1,15% y situar el RoTE post-AT1 en el entorno del 16,5%.
Un trimestre muy rentable para el banco y sus inversores
Ya en lo que se refiere a los datos propios de este último trimestre, Santander anuncia un resultado de 3.504 millones de euros. El retorno sobre el capital tangible (RoTE) alcanzó el 16,1%, mientras que el beneficio por acción se situó en 0,66 euros, un 16% más que un año antes.
Santander ha reforzado también su política de retribución al accionista, con un dividendo total en efectivo de 22,5 céntimos por acción (11 céntimos ya pagados en mayo y otros 11,5 céntimos que se abonarán en noviembre). En conjunto, la entidad prevé distribuir 3.400 millones de euros, la mitad en efectivo y la otra mitad mediante un programa de recompra de acciones. Con este plan, el banco habrá recomprado más del 15% de su capital desde 2021, lo que eleva el retorno total a los accionistas a unos 22.500 millones de euros entre dividendos y recompras en apenas cuatro años.
El grupo cerró septiembre con 46.277 millones de euros en ingresos, un 4% más en euros constantes, impulsados por un margen de intereses sólido y comisiones récord que alcanzaron los 10.011 millones. Los recursos de clientes aumentaron un 7%, con un crecimiento del 5% en depósitos y del 16% en fondos de inversión, reflejando un mayor dinamismo comercial y la recuperación de los mercados financieros.
El crédito también creció un 2%, hasta situarse en torno a un billón de euros, gracias al buen comportamiento de las divisiones de Consumer, CIB, Wealth y Payments, mientras que el área de Retail se mantuvo estable.
El control de costes ha sido otro de los pilares de este avance: el grupo logró reducirlos un 1% y mejorar su ratio de eficiencia hasta el 41,3%, el mejor nivel en más de 15 años. Este progreso se debe, en gran parte, al programa ONE Transformation, que busca simplificar la estructura del grupo y optimizar sus plataformas globales.
Calidad crediticia y fortaleza de capital
La gestión del riesgo sigue siendo uno de los puntos fuertes del Santander. Las dotaciones bajaron un 1%, con un coste del riesgo del 1,13%, mientras que la morosidad descendió al 2,92%, acompañada de una ratio de cobertura del 67%.
En términos de solvencia, la ratio de capital CET1 se elevó al 13,1%, superando el rango objetivo del grupo (12%-13%) y situándose por encima de la media del sector. Esta fortaleza permitió absorber sin dificultad el impacto de la remuneración al accionista y los costes regulatorios.
La estrategia ONE Santander gana tracción
El banco continúa desplegando su estrategia global ONE Santander, que combina la fortaleza local de cada mercado con la escala y sinergias de sus plataformas internacionales. Este enfoque se ha traducido en mejoras tangibles en todas las áreas: Retail (+9%), Consumer (+6%), CIB (+10%), Wealth (+21%) y Payments (+62%), todas ellas en euros constantes.
El proceso de transformación digital avanza a buen ritmo. Actualmente, el 67% de los productos y servicios minoristas ya están disponibles de forma digital y la oferta se ha simplificado un 58% respecto a 2022, reduciendo costes y mejorando la experiencia del cliente.
La entidad también ha reforzado su presencia en el segmento de banca digital. En Europa, Openbank y Santander Consumer Finance se han fusionado en una única entidad jurídica, lo que permitirá operar bajo la marca Openbank en varios países, empezando por Alemania y ahora también en España. El nuevo modelo unifica la financiación al consumo con la banca digital, apoyándose en herramientas de inteligencia artificial para análisis y servicios de inversión.
Negocios globales en expansión
Por áreas, Retail & Commercial Banking aportó 5.670 millones de euros de beneficio (+9%), consolidando su peso como columna vertebral del grupo gracias a una gestión prudente del riesgo y al crecimiento de las comisiones. Digital Consumer Bank elevó su resultado un 6%, hasta 1.561 millones, impulsado por el crédito al consumo (+4%) y la expansión de Openbank.
CIB (Corporate & Investment Banking) registró un beneficio récord de 2.168 millones (+10%), con un RoTE del 19,7%, mientras que Wealth Management & Insurance creció un 21%, hasta 1.439 millones, alcanzando un nuevo máximo histórico de 536.000 millones en activos bajo gestión. Por su parte, Payments, el negocio más joven, avanzó un 62%, con volúmenes de pagos que superaron los 174.000 millones de euros y un margen EBITDA del 31,6%, ya por encima de los objetivos para 2025.


Un trimestre muy rentable para el banco y sus inversores







