UPyD pide un mejor trato en el IBI para la primera vivienda, con reducciones de hasta el 20%

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Unión, Progreso y Democracia (UPyD) cree que el tratamiento fiscal que se da a la primera vivienda en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) debe ser más favorable, y propone para ello exenciones de hasta el 20% de la tasa con un límite de 150 euros.

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

Ésta es una de las medidas que la formación magenta lleva en su propuesta de reforma tributaria que, a su juicio, debe pasar por redistribuir las cargas de modo que se incrementen algunas figuras impositivas y se reduzcan otras, para que todos los contribuyentes tributen de forma proporcional a su capacidad.

"Frente a posturas conservadoras de quienes antes de las elecciones dicen que hay que bajar impuestos, y que luego no lo hacen porque no pueden; y frente a posturas intervencionistas a las que nunca les parecen suficientes los impuestos que se pagan, nosotros creemos que hay rentas que pagan mucho más de lo que les corresponde y otras que pagan menos, y no sólo porque defraudan", ha explicado el portavoz económico de UPyD en el Congreso, Álvaro Anchuelo, durante una Jornada sobre Reforma Fiscal celebrada en la Cámara Baja.

REBAJAS IMPOSITIVAS

Así, UPyD aboga por dar "mayor homogeneidad" a las valoraciones catastrales en las que se basa el cálculo del IBI, así como "distinguir" la primera vivienda dándole "un tratamiento más favorable", por ejemplo con una reducción del 20% de la cuota con límite de 150 euros. No obstante, también se debería limitar el margen de maniobra de los ayuntamientos a la hora de bonificar tanto el IBI como el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).

En materia de IRPF, exige que se derogue, "con carácter inmediato", el gravamen complementario introducido hace unos años y que "corre el riesgo de convertirse en permanente", así como reducir en un punto el tipo de los tres tramos más bajos, fusionar el cuarto y quinto para "simplificar" el impuesto con solo tres bandas de cotización, mejorar los mínimos personales y familiares, y dejar exentas de este gravamen a las rentas inferiores a 14.000 euros anuales.

Para el IVA la formación magenta no aboga por una bajada generalizada, pero "tampoco por seguir subiéndolo", sino que defiende reducir los tipos de forma "muy selectiva" en algunos productos donde las últimas subidas han sido "exageradas", como los libros y periódicos electrónicos, el material escolar o las actividades y servicios culturales.

Con respecto al Impuesto de Sociedades, Anchuelo cree que el problema está más en la "inseguridad jurídica" que sufren las empresas que en el nivel de los tipos, aunque sí cree conveniente revisar las deducciones, exenciones y bonificaciones, que cuestan unos 40.000 millones de euros anuales a todas las administraciones y sobre las que "no hay transparencia". No obstante, las exenciones en Vivienda, reinversiones de beneficios o I+D deberían mantenerse.

La formación magenta reclama también moderar los tipos del Impuesto de Patrimonio, dejar de gravar las ejecuciones hipotecarias, sustituir el Impuesto sobre Depósitos Bancarios, que acaba repercutiéndose en los depositantes, por un "recargo temporal en el Impuesto de Sociedades para las entidades financieras"; o rebajar el Impuesto Especial sobre la Electricidad.

Y en materia de cotizaciones, ve "asumible" reducirlas en dos puntos (un 7% aproximadamente) mediante la financiación con cargo a Presupuesto de partidas como las pensiones de orfandad y viudedad, así como con la aplicación del contrato único indefinido, que permitiría ahorrar unos 2.000 millones en bonificaciones a la contratación.

MÁS TRANSPARENCIA

En el lado contrario, UPyD plantea volver a implantar la tributación anual de las rentas de capital en el IRPF, reformar Patrimonio suavizando los tipos para adecuarse al nuevo escenario de inflación y acabando con el "caos" autonómico en la gestión de esta figura. En este sentido, propone que las comunidades tengan margen para fijar los tipos pero dentro de unos máximos y mínimos establecidos por el Estado, así como mantener la exención de los bienes empresariales pero reduciéndola al 75% y liberando bases de 150.000 euros por cada empleo creado.

El partido también aboga por incrementar la fiscalidad sobre ciertos bienes de lujos, como yates o coches a partir de un precio; homogeneizar el Impuesto de Sucesiones y el de Transmisiones en las diferentes regiones; o limitar el régimen de estimación objetiva a las ventas al consumidor final.

La propuesta de UPyD incluye asimismo la posibilidad de generalizar el régimen de transparencia fiscal en la tributación de las sociedades como las Sicav para que tengan que declarar los dividendos anualmente aunque no se repartan; así como implantar el Modelo Holandés a los patrimonios que estén fuera de la UE y por los que no se declaren rentas, de modo que tributen por una renta mínima presunta que podría ser equivalente al tipo de interés de la deuda a largo plazo.

ACTUAR POR LA VÍA DEL GASTO

En cualquier caso, Anchuelo ha aprovechado para recordar que la necesaria reforma fiscal está muy ligada a otros dos ámbitos de actuación ineludibles: la lucha contra el fraude y la elusión fiscal, y la reducción del gasto improductivo para conseguir "ahorros permanentes" que UPyD cifra en unos 40.000 millones de euros anuales.

"Preguntar si hay que subir o bajar impuestos es una pregunta mal planteada, porque hay quienes pagan mucho más de lo que les corresponde y viceversa. Se trata, por tanto, de tributar de acuerdo con la capacidad económica y de luchar contra el fraude fiscal", ha concluido el diputado.

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