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La Generación Z está revolucionando el turismo a través de la tecnología, la autenticidad y nuevas narrativas.

Este grupo de jóvenes consumidores redefine sus experiencias de viaje, buscando conexiones emocionales y sostenibilidad por encima de las ofertas tradicionales.

La forma de viajar está cambiando a un ritmo vertiginoso, y el principal motor de esta transformación es la Generación Z. Jóvenes conectados, curiosos y exigentes que ya no se conforman con los viajes tradicionales.

Así lo revela el informe “Turismo 2025: Nuevas formas de viajar” de EAE Business School, que dibuja el perfil de un nuevo turista digital: informado por inteligencia artificial, motivado por contenidos audiovisuales y dispuesto a vivir experiencias sostenibles y auténticas.

Cómo la Generación Z está transformando el turismo con tecnología, autenticidad y nuevas narrativas

La forma de viajar está cambiando a un ritmo vertiginoso, y el principal motor de esta transformación es la Generación Z. Jóvenes conectados, curiosos y exigentes que ya no se conforman con los viajes tradicionales. Así lo revela el informe “Turismo 2025: Nuevas formas de viajar” de EAE Business School, que dibuja el perfil de un nuevo turista digital: informado por inteligencia artificial, motivado por contenidos audiovisuales y dispuesto a vivir experiencias sostenibles y auténticas.

Este nuevo paradigma, bautizado como Turismo Z, redefine la planificación, motivación y consumo de experiencias turísticas. Para las empresas del sector, supone una oportunidad —y un desafío— para adaptar sus productos, canales y valores a un público que viaja menos por obligación y más por inspiración.

¿Qué es el Turismo Z IA audiovisual?

El Turismo Z IA audiovisual representa un cambio de paradigma en la forma de viajar: una combinación entre las posibilidades tecnológicas que ofrece la inteligencia artificial, la inspiración generada por contenidos audiovisuales y el estilo de vida digital de la Generación Z. Esta tendencia impulsa nuevos modelos de consumo turístico donde la personalización, la sostenibilidad y la conectividad definen el éxito de una experiencia de viaje.

La IA, aliada en la planificación de viajes

Uno de los datos más relevantes del estudio es que el 18% de los españoles ya ha utilizado inteligencia artificial para planificar un viaje. Pero entre los jóvenes de 25 a 34 años, esta cifra se dispara al 48%, revelando una fuerte brecha generacional. Mientras tanto, solo el 6% de los mayores de 55 años ha utilizado esta tecnología.

La inteligencia artificial no reemplaza al humano, pero actúa como asistente potente: ayuda en la organización de actividades (54%), transporte (37%) y alojamiento (35%). Sin embargo, apenas un 19% confiaría la planificación completa a una IA. La clave está en su uso como herramienta de apoyo personalizada, que entienda los gustos del viajero (algo que valora un 38%) y sorprenda con recomendaciones nuevas (apreciado por un 35%).

Este nuevo modelo plantea una oportunidad clara para el sector turístico: integrar soluciones de IA que sean transparentes, confiables y adaptables, generando valor sin sustituir la experiencia humana. El Turismo Z está íntimamente vinculado con este uso inteligente de la tecnología.

El turismo ya no se inspira en folletos: ahora manda el audiovisual

El informe destaca una nueva fuente de inspiración viajera: las películas, documentales y series. El 28% de los españoles ha viajado motivado por contenidos audiovisuales, y entre los jóvenes de 25 a 34 años el porcentaje asciende al 57%. Incluso el grupo de 18 a 24 años alcanza un 34%.

En cuanto a género, las mujeres muestran una mayor receptividad a la influencia audiovisual (31% frente al 26% de los hombres). Mientras que los mayores de 55 años se sienten más atraídos por los documentales culturales (52%), los jóvenes prefieren narrativas emocionales y visuales. Esto obliga a las marcas y destinos turísticos a construir historias que conecten emocionalmente con sus públicos, utilizando el lenguaje de las plataformas digitales.

Este fenómeno ha dado lugar al auge del turismo cinematográfico, donde destinos como Nueva Zelanda (El Señor de los Anillos), Dubrovnik (Juego de Tronos) o Corea del Sur (El Juego del Calamar) se han convertido en iconos turísticos globales. Las plataformas turísticas deben adaptarse a este cambio de consumo, creando contenido visual atractivo y trazando rutas basadas en lugares de rodaje.

Intercambio de casas: una fórmula con mucho potencial

Otra tendencia destacada es el intercambio de viviendas como forma alternativa de viajar. Aunque el 68% de los españoles conoce este modelo, solo el 8% lo ha utilizado. La brecha generacional vuelve a marcar diferencias: los mayores de 55 años son quienes más lo conocen (71%) pero menos lo practican (3%), por resistencia cultural y desconfianza.

En cambio, el 25% de los adultos de 25 a 44 años muestra un interés creciente, especialmente por razones económicas y de sostenibilidad. Los que han probado este sistema valoran muy positivamente la experiencia: el 70% repetiría. Las principales barreras son emocionales y de confianza: el 66% no quiere que otros usen su vivienda y el 64% expresa desconfianza.

Para superar estas barreras, las plataformas deben trabajar en la generación de confianza, la seguridad de los procesos y la personalización de las experiencias. La tecnología —IA incluida— puede jugar un papel clave en verificar perfiles, garantizar intercambios seguros y mejorar la experiencia del usuario.

El impacto ambiental como criterio de decisión

Los jóvenes también lideran la transformación hacia un turismo más sostenible y responsable. Ciudades como Barcelona, Lisboa o Ámsterdam ya han comenzado a limitar el número de viviendas turísticas o establecer impuestos medioambientales. La Generación Z no ignora estas cuestiones: prioriza destinos que respetan el entorno, que promueven la economía local y que se comunican con valores auténticos.

Esto implica que las empresas del sector deben ir más allá de la estrategia de precios o servicios: deben construir una propuesta de valor alineada con el impacto positivo, midiendo su huella, apostando por energías renovables, reduciendo residuos y promoviendo la diversidad cultural. Dentro del Turismo Z IA audiovisual, la sostenibilidad se convierte en un criterio fundamental de elección de destino.

Un turista que quiere conectar, no solo consumir

La lógica de este nuevo turista Z no responde al esquema clásico de consumo de servicios, sino a una mentalidad más colaborativa, digital e identitaria. Quiere formar parte de la experiencia, no solo ser espectador. Busca conexión con lo local, propuestas personalizadas, trato directo y autenticidad.

Este viajero valora la co-creación, la transparencia, la interacción con comunidades locales, los planes alejados del turismo masivo y la posibilidad de crear recuerdos únicos. Para las empresas, la clave está en escuchar, adaptar e innovar sin perder el foco en el ser humano. La inteligencia artificial puede ayudar a escalar la personalización, pero el toque humano sigue siendo imprescindible.

Conclusión: adaptarse o quedarse atrás

El informe de EAE Business School confirma que el turismo del futuro —ya presente— será digital, audiovisual, sostenible y profundamente personalizado. El Turismo Z IA audiovisual marca un antes y un después en cómo se conciben los viajes, tanto en su motivación como en su planificación y consumo.

Las empresas que quieran mantenerse relevantes deben incorporar inteligencia artificial, contar historias atractivas, fomentar la sostenibilidad y ofrecer experiencias auténticas. Ya no basta con ofrecer un destino; hay que ofrecer una narrativa. No basta con tener disponibilidad; hay que tener conexión.

Y no basta con ser visible; hay que ser memorable. En el centro de todo ello está el Turismo Z IA audiovisual, un modelo que combina innovación y emoción.