Éxito de ventas de las marcas de coches de lujo y desplome de los modelos medios. Mientras firmas como Porsche crecen a nivel de dobles dígitos, el grupo PSA o Seat ven descender sus ventas a cifras preocupantes. España es el segundo país de la UE en el ranking de las desigualdades económicas.
La polarización económica es un hecho y aquello de que las crisis acentúan las desigualdades sociales no es menos cierto. El llamado índice de Gini mide hasta qué punto la distribución del ingreso (o, en algunos casos, el gasto de consumo) entre individuos u hogares dentro de una economía se aleja de una distribución perfectamente equitativa. Mientras que un índice de Gini de 0 representa una equidad perfecta, el índice de 100 representa una inequidad perfecta. A escala europea, las estadísticas muestran un aumento de la desigualdad de más del 30% en 2011, que quizás puede haber crecido en 2012, a falta de cifras oficiales.
En esta línea, España (34%) ocupa la segunda posición de este ranking desigualitario, solo superada por Letonia, en donde el porcentaje corresponde al 35,2%. Esa desigualdad puede verse traducida en las ventas de los coches de alta gama, con índices que baten records históricos en algunos casos, en detrimento de los modelos de gama media-baja, que perdieron bastantes clientes a lo largo del año pasado.
De esta forma, el Grupo PSA anunciaba recientemente que la caída de ventas a nivel interanual en 2012 ha sido del 16,5%, mientras que los balances de Seat, propiedad de Volkswagen, señalaban un descenso de algo más del 8% en relación con el año anterior. Cifras que chocan frontalmente con el aumento de matriculaciones de los coches de lujo. Así, la alemana Porsche alcanzaba el mayor éxito de su historia vendiendo más de 140.000 unidades, incrementando las ventas en Europa, Estados Unidos, pero sobre todo en China. Una situación parecida ha vivido Audi, consolidando su posición a nivel mundial.
