Iberdrola despedirá a 50 de sus 900 trabajadores en Estados Unidos debido al final de los créditos fiscales para el desarrollo de las renovabales, la caída de la demanda, la sobrecapacidad de la red y el abaratamiento del gas natural.
NUEVA YORK, 25 (EUROPA PRESS)
Iberdrola despedirá a 50 de sus 900 trabajadores en Estados Unidos debido al final de los créditos fiscales para el desarrollo de las renovabales, la caída de la demanda, la sobrecapacidad de la red y el abaratamiento del gas natural.
La mitad de los despidos se producirán en la sede de Iberdrola Renewables, en Portland (Oregón), según indicó un portavoz de la empresa al diario 'The Oregonian'. La eléctrica española mantendrá 350 trabajadores en esta ciudad, donde tiene su sede para Norteamérica.
La compañía explica que la energía ha sido históricamente un negocio cíclico y en la actualidad se encuentra en una fase de menor actividad. Mientras, el alcalde de Portland, Sam Adams, ha acusado al Gobierno estadounidense de los despidos.
La retirada este año de los estímulos fiscales a las renovables no solo ha provocado la decisión de Iberdrola de recortar empleo, sino también la de Vestas, que también dispone de oficinas en Portland.
Además del final de los incentivos y la menor demanda, los promotores de renovables están encontrando dificultades para conectar las instalaciones a las redes de transporte eléctrico.
La red del país no ofrece estas infraestructuras en muchos yacimientos de viento y tampoco está preparada para gestionar una energía tan intermitente como la eólica.
Además, la nueva regulación californiana que reduce las compras de electricidad 'verde' procedente de otros Estados con el objetivo de incentivar a los promotores locales ha dañado a muchas empresas del sector instaladas, como Iberdrola, en el Norte del país.
Otro de los factores que complican la situación es la crisis crediticia en Europa, que afecta a compañías de origen europeo, como Ibedrola o la danesa Vestas.
VIAJES A ESPAÑA.
El alcalde de Portland viajó el año pasado a España para intentar convencer a los directivos de Iberdrola de la importancia de mantener la sede en esta ciudad.
De hecho, el alcalde ha dicho que está haciendo todo lo posible por que Iberdrola siga en la ciudad y, al ser preguntado si se han ofrecido incentivos a la compañía española, ha dicho que no desea hablar de ese asunto.
