La portavoz de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, lamenta que el PSOE y el PP no hayan sabido estar a la «altura de las circunstancias» ante la crisis y no hayan cerrado los «pactos de Estado necesarios», algo que los españoles están «pagando» y seguirán «pagando durante mucho tiempo» y que impide al país alejarse «definitivamente del peligro» para recuperar «totalmente» la confianza.
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La portavoz de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, lamenta que el PSOE y el PP no hayan sabido estar a la «altura de las circunstancias» ante la crisis y no hayan cerrado los «pactos de Estado necesarios», algo que los españoles están «pagando» y seguirán «pagando durante mucho tiempo» y que impide al país alejarse «definitivamente del peligro» para recuperar «totalmente» la confianza.
En un apunte en su página personal de Internet recogido por Europa Press, la diputada canaria califica la actual situación económica como la «mayor tormenta económica y social de la democracia», de la misma forma que la intentona golpista del 23 de febrero de 1981 fue «el mayor de sus cataclismos políticos».
«Pero si en ese último caso el país respondió unido y firme ante la amenaza, ahora los dos grandes partidos no han estado a la altura de las circunstancias», afirma Oramas, quien ha recordado que España hubiera podido necesitar un rescate como el de Portugal si en mayo de 2010 «el barco se hubiera quedado sin timón por unos meses» por el rechazo al decreto de medidas de ajuste.
A su juicio, el PP buscó esta situación «con tanto afán como escaso sentido de Estado», porque estaba «absolutamente impaciente por retornar al poder a costa de lo que sea», incluso cuando España «bordeaba el abismo».
Sin embargo, aquellos recortes, que fueron «la única salida para que España no entrara en caída libre» y contaron con el respaldo de los nacionalistas canarios, supusieron un «giro de 180 grados» en las políticas sociales del Gobierno socialista que puso en evidencia sus «graves errores de cálculo», ya que hasta entonces se empeñaba en enfrentarse a una fuerte tormenta como si fuera «apenas» una «ligerísima borrasca».
