El impacto de la paridad euro-dólar

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Por Carlos Serrano – Cofundador de Embat

Ante la nueva paridad euro-dólar, que no se veía desde hace 20 años, cabe preguntarse qué impacto tendrá en las empresas que transaccionan en ambas divisas y si existen estrategias para beneficiarse de este nuevo entorno. La repentina depreciación del euro afectará particularmente a empresas que tengan disparidad de exposición a dichas divisas en sus estructuras de ingresos y costes, o aquellas que hayan llevado a cabo estrategias de cobertura contra el dólar a niveles menos favorables.

En cuanto a sectores, tendrá particular impacto en sectores industriales y con dependencia al comercio internacional, expuestos al dólar en su estructura de costes principalmente, y que no puedan llevar a cabo estrategias de cobertura naturales percibiendo ingresos en esa divisa.

Por ejemplo, este suele ser el caso del sector aeronáutico, logístico, alimentación, construcción y aquellos que consumen materias primas referenciadas en dólares. Para sectores dependientes de la entrada de capital o consumo extranjero, se prevé un incremento de demanda de turistas procedentes de países del ámbito dólar hacia España y Europa en general.

paridad euro-dólar

Ante la paridad euro-dólar: gestión activa del riesgo de divisa

Más allá de beneficiarse o no, esta situación debe llevar a las empresas a replantearse sus estrategias de cobertura para riesgos en divisas, tanto a nivel operativo como de financiación. Las empresas tienen que ser proactivas a la hora de gestionar y ajustar estas posiciones con rapidez, para amortiguar el impacto de esta nueva paridad en sus posiciones abiertas de divisa extranjera (sea el dólar en sí o divisas fuertemente correlacionadas con el dólar).

Para aquellas empresas que ya hayan acudido a estrategias sintéticas de cobertura de divisa, los últimos movimientos pueden haber provocado grandes variaciones en el mark-to-market de dichos productos.

Es un buen momento para revisitar dichas posiciones y analizar si las posiciones actuales siguen siendo eficaces o si conviene rotar alguna de ellas a productos más efectivos con los niveles de cotización actuales. Finalmente, los movimientos bruscos acontecidos recientemente deberían provocar que empresas que no gestionen activamente su riesgo de divisa, por muy pequeño que sea, reconsideren si tiene sentido operativo y estratégico para el negocio comenzar a hacerlo. Esta es una muestra más de que el entorno global ya no es el mismo que en los últimos años y la incertidumbre seguirá estando a la orden del día en corto y medio plazo.

 

 

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