Fundación MAPFRE no solo ha llegado a su 50 cumpleaños con buena salud: lo ha hecho con un rumbo claro y voluntad de seguir crecimiento como referente europeo en inclusión y desarrollo social. Las cifras que ha logrado desde su origen evidencian el importante rol que ha tenido en estas cinco décadas, pues su inversión en estas cinco décadas asciende a más de 1.100 millones de euros. “Las entidades del tercer sector somos hoy más imprescindibles que nunca y aportamos soluciones reales”, ha afirmado el presidente Antonio Huertas en el evento del aniversario de la organización.
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Fundación MAPFRE está de celebración al cumplirse 50 años de su creación. En este periodo, las iniciativas que se han llevado a cabo desde esta institución son tantas que se hace imposible plasmarlas en estas líneas. Sin embargo, sí se puede afirmar con rotundidad que todas ellas han tenido un impacto innegable en la sociedad. Tal despliegue ha venido acompañado de un esfuerzo por parte de las personas que componen la organización, así como de aquellas que indirectamente han participado como colaboradores. En lo que se refiere al plano financiero, la inversión para lograr tal impacto asciende a 1.140 millones de euros. La consecuencia es que 179 millones de personas en todo el mundo han sido beneficiadas por la acción de la Fundación MAPFRE.
Para canalizar estos importantes recursos, una de las claves que han marcado la diferencia en esta Fundación es su impecable gestión profesionalizada, siguiendo las máximas que marcan las grandes entidades sociales en el mundo. Esta forma de hacer las cosas en las últimas cinco décadas ha estado combinada por la mezcla de tres aspectos fundamentales: visión a largo plazo, rigor técnico y vocación humanista. Este cóctel ha permitido que los programas lanzados no solo alivien necesidades urgentes, sino que transformen estructuras sociales con una mirada sostenible.
El éxito de una acción diversificada de la Fundación MAPFRE
Su Programa Social de Empleo, las Ayudas +Rural o las respuestas a catástrofes como la pandemia, la guerra de Ucrania o la reciente DANA en España, son solo algunos ejemplos de una acción diversificada que no ha dejado de evolucionar con los tiempos. De hecho, la Fundación fue una de las pocas entidades privadas españolas que reaccionó con contundencia ante la COVID-19, movilizando 35 millones de euros en tiempo récord. Esta influencia sobre estos acontecimientos recientes también se puede trasladar a otros acontecimientos históricos de los últimos 50 años.
Tal diversificación de acciones abarca áreas en las que pocas entidades filantrópicas del ámbito asegurador se han atrevido a entrar. Fundación MAPFRE ha mantenido una gran apuesta por el arte y la cultura, con más de 700 exposiciones organizadas y más de 14 millones de visitantes.
En paralelo, ha desarrollado una labor científica de gran valor social que se ha traducido en el apoyo a investigaciones sobre lesión medular o Parkinson o el respaldo al CSIC durante la pandemia con una donación de 5 millones de euros. Esta implicación refleja una filosofía de actuación basada en el conocimiento riguroso y el impacto medible, siguiendo el manual de todo lo que se debe hacer en una fundación.
Y como nadie conoce tanto una sociedad como una aseguradora como MAPFRE, su Fundación está en estos días muy pendiente del envejecimiento sostenible y de la economía sénior. De ahí la creación del Centro de Investigación Ageingnomics, que combate los prejuicios hacia los mayores y reivindica el papel de la economía sénior como motor de futuro. En plena revolución demográfica, esta línea se alza como una de las más visionarias de la entidad.
Voluntariado y educación: las raíces del compromiso
Ninguna fundación sobrevive 50 años sin tejer una base sólida de valores. En el caso de Fundación MAPFRE, el voluntariado y la educación son los cimientos sobre los que se ha edificado todo. Con presencia en 28 países y miles de voluntarios corporativos, su programa ha sido un modelo de implicación empresarial con rostro humano.
Por su parte, sus programas educativos –centrados en la salud, la seguridad vial, la prevención y la educación financiera– han contribuido a formar generaciones más preparadas y resilientes, algo especialmente valioso en tiempos de incertidumbre.
El recorrido de Fundación MAPFRE también se ha hecho notar a través de sus premios sociales e iniciativas de apoyo a la innovación. Desde 2018, sus galardones a la innovación social han permitido impulsar proyectos con alto potencial transformador, convirtiéndose en una auténtica incubadora de soluciones con alma.
Una celebración presidida por Felipe VI
De todo ello se ha hablado en un emotivo acto de celebración de la efeméride en Madrid que ha estado presidido por Su Majestad el Rey, quien ha sido nombrado Voluntario de Honor de la entidad, distinción que ha recibido con “especial ilusión”. Durante su intervención, Felipe VI ha felicitado a la Fundación por su “vocación social, solidaridad, entrega y compromiso”, y ha subrayado que “toda sociedad necesita actividad empresarial, pero también tejer una red de acción social y de valores”. En ese sentido, ha animado a la entidad a “seguir ampliando su capacidad para llegar a más personas”. El reconocimiento al monarca como Voluntario de Honor ha sido uno de los momentos más simbólicos del acto, compartido con una representación de los 9.800 voluntarios que colaboran anualmente con Fundación MAPFRE en cerca de 30 países.
Felipe VI ha felicitado a la Fundación por su “vocación social, solidaridad, entrega y compromiso”
Felipe VI estuvo presente en la celebración del 50 aniversario Fundación MAPFRE y fue nombrado Voluntario de Honor.
No podía faltar en este evento Antonio Huertas, presidente de Fundación MAPFRE, quien ha recordado el origen de la entidad en 1975 y ha recalcado que “durante 50 años hemos mantenido un firme compromiso con las personas, especialmente con las más vulnerables: menores, mayores, personas con discapacidad, sin empleo o afectadas por catástrofes”. La dimensión social de esta fundación ha quedado patente a lo largo de todo el acto en el que se ha subrayado que este tipo de iniciativas han mejorado la vida de más de 15 millones de personas, con una inversión superior a 315 millones de euros en proyectos internacionales. Solo en el ámbito de inclusión y desarrollo social y laboral, la entidad trabaja activamente en Latinoamérica para romper el ciclo de pobreza a través de la educación y la integración laboral.
Antonio Huertas, presidente de la Fundación MAPFRE, durante el evento.
Desde esta parte del mundo en la que la institución tiene influencia, Luis Padilla, fundador de la Asociación Manabí (Guatemala), y Pilar Aural, presidenta de la ONG Pato Amarillo, han esta presentes en el evento dando testimonio del impacto real de estos programas. Ambos han destacado cómo el acceso a bienes de primera necesidad y la formación son claves para ofrecer oportunidades reales a miles de familias.
Otros de los protagonistas de la gala han sido el Dr. Valentín Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), y la Dra. Mercedes Zurita, investigadora del Hospital Universitario Puerta de Hierro, donde se desarrolla el primer tratamiento con terapia celular avanzada autorizado por la Agencia Española del Medicamento. Sendos protagonistas han coincidido en destacar el valor del talento investigador español y la necesidad de seguir apostando por la ciencia.
Valentín Fuster y Mercedes Zurita.
