En un mundo con unos límites de emisiones de carbono cada vez más estrictos y con un contexto actual en el que los precios de la electricidad se han disparado por la subida de los combustibles fósiles, resulta primordial desarrollar localmente fuentes de energía renovable que no sólo reducen la dependencia energética exterior, sino que también permiten rebajar el coste de la factura eléctrica de todos.
En este sentido, la energía solar representa una de las formas de generación de electricidad más limpias. Óscar García-Velasco, director general de Treverdo España, una empresa de ingeniería que diseña, gestiona y financia proyectos de energía fotovoltaica, nos explica en esta entrevista cómo está evolucionando el sector y qué futuro le espera.
En las últimas décadas se ha puesto de manifiesto la necesidad de transformar el sistema energético mundial basándolo en modelos de sostenibilidad medioambiental. A su juicio, ¿qué papel jugará la fotovoltaica para el logro de estos objetivos?
La energía fotovoltaica es una de las formas más limpias de generación de energía eléctrica en el mundo y puede ayudar significativamente a esa transformación medioambiental sostenible porque está disponible prácticamente en la totalidad del planeta, lo que contribuye a reducir las importaciones energéticas y a crear riqueza y empleo de forma local. Además, es una fuente de energía modular, es decir, según las necesidades de los usuarios se pueden incrementar el tamaño de las plantas o parques fotovoltaicos al mismo ritmo que esas necesidades se manifiesten.
Y, aunque si bien la cantidad de energía eléctrica generada por energía solar (incluidas la energía fotovoltaica, la solar de concentración y la solar térmica) mundial, es pequeña en comparación con los combustibles fósiles, es la fuente de energía que más rápido crece en el mundo y podría proporcionar más del 30% del suministro total energético del mundo para el año 2040, según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía.
«La energía fotovoltaica ha llegado para quedarse»
¿Cómo cree que evolucionará la energía fotovoltaica en el mercado de la generación energética en la próxima década?
La energía fotovoltaica ha llegado para quedarse definitivamente como una tecnología muy importante dentro del mix renovable. En la última década, ha experimentado una drástica reducción de costes que la ha convertido, junto con la energía eólica, en una de las tecnologías energéticas con mayor proyección de futuro. Por sí misma, es rentable sin subvención alguna, pero le falta el empujón del almacenamiento.
Y es que, si las instalaciones fotovoltaicas se combinan con sistemas de almacenamiento, el uso de la energía solar se puede extender más allá del horario diurno. Actualmente, estas soluciones están viviendo un desarrollo tecnológico espectacular y ello, sumado a las economías de escala en la fabricación, harán posible dar cobertura a un alto porcentaje de la demanda energética en los próximos años, aumentando su uso masivo.
Además del almacenamiento, ¿a qué otros grandes desafíos se enfrenta su desarrollo?
A nivel global, las principales barreras para las renovables, en general, son dos. La primera es que debe haber voluntad política para impulsarlas. Además, esa voluntad política debe ir unida a la seguridad jurídica, para no generar incertidumbre que ahuyente a los inversores, tanto corporativos como particulares.
Los líderes de la energía solar
Actualmente, ¿qué países lideran el mercado fotovoltaico mundial?
En la actualidad, China es el líder mundial en términos de producción y venta de paneles solares fotovoltaicos, seguido de cerca por otros países asiáticos, como Japón y Corea del Sur. Estados Unidos y Europa también tienen un mercado significativo de energía solar fotovoltaica, con países como Alemania, Italia y España liderando la carga en Europa. Además, países como India, Australia y Brasil han estado invirtiendo fuertemente en energía solar en los últimos años y se espera que sigan creciendo en el mercado fotovoltaico en el futuro cercano.
En España, la subida de la factura de la luz ha incrementado la apuesta por el autoconsumo, ¿cree que se trata de una moda pasajera o ha llegado para quedarse?
La energía solar fotovoltaica es y será la energía renovable del futuro, desde el punto de vista social y medioambiental, pero también económico, pues actualmente es la fuente de generación de energía eléctrica más barata. Creo que podemos imaginar un futuro en el que cada uno de nosotros fabrique la energía que necesita o ir más allá y pensar, incluso, que este rol activo de lo que se conoce como “prosumidor”, a través de sistemas de comunidades de generación distribuida, se generalice y deje de ser una utopía. Estamos en ese camino.
Desde Treverdo apuestan por el autoconsumo colectivo. ¿En qué consiste exactamente y cuáles son sus ventajas?
El autoconsumo colectivo es un modelo ideal para compartir la energía de una sola planta fotovoltaica entre varios consumidores, permitiendo así la optimización del binomio generación-consumo.
La energía solar tiene una ventana de tiempo en la que no podemos incidir, y para que resulte económicamente rentable debemos consumir en el momento de generación y no siempre nuestro perfil de carga (consumo) coincide con la generación. Al aplicar el autoconsumo colectivo, incorporamos más actores al sistema, de forma que siempre alguno de ellos va a aprovechar esa energía de forma directa.
Otro de los beneficios importantes es que el autoconsumo colectivo permite desasociar la localización de los usuarios participantes de la ubicación física de la planta fotovoltaica, dando así la posibilidad de acceder a estos beneficios a usuarios que no disponen del espacio necesario para una instalación. Por último, y no menos relevante, el autoconsumo colectivo reduce el coste de los proyectos a cada participante, ya que ciertos gastos fijos son distribuidos entre todos ellos en lugar de ser pagados de forma individual.
El expertise de la compañía proviene de su matriz en Singapur (Treverdo Industrial Pte. Ltd.), ¿por qué su apuesta por el mercado español? ¿Qué ofrece este país que no tengan otros?
Debemos aprovechar el potencial que tiene España, uno de los países con mayor cantidad de horas de sol anuales y donde, sin embargo, la energía fotovoltaica tiene todavía un grado de penetración muy inferior al que registran muchos países europeos con niveles de radiación mucho menores.
Este factor, sumado a la reducción de la dependencia eléctrica y al cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, hace que las instalaciones de energía fotovoltaica sean muy atractivas, tengan un enorme potencial y representen una oportunidad única de convertir al país en un referente mundial en transición ecológica.
Esperamos que la apuesta por este tipo de energía convierta a España en el gran suministrador de energía limpia y a precio muy competitivo dentro de la Unión Europea, lo que se traduce en generación de empleos y ahorro, pues así este país no dependería de la energía suministrada por terceros.
En este sentido, ¿qué cree que podrían hacer las administraciones públicas españolas para favorecer definitivamente las instalaciones de energías renovables en el país?
Herramientas como subsidios y exenciones fiscales resultan muy interesantes para ayudar a impulsar la demanda de productos y servicios verdes. Pero también podrían tomarse otro tipo de medidas, como establecer criterios estrictos de sostenibilidad en la contratación pública y capacitar a los funcionarios en compras sostenibles.
Además, las administraciones públicas pueden tomar medidas específicas, como reducir las barreras del mercado para la energía solar, priorizar la implantación de energía limpia en las comunidades rurales y, fundamentalmente, asegurar que los procesos de certificaciones, legalizaciones y vertido de la energía generada hacia la red pública sean mucho más rápidos, eficientes y claros de lo que son a día de hoy.
