Empresas y organizaciones celebran periódicamente eventos para tratar sobre el liderazgo, conscientes de que los jefes de hoy se encuentran ante un entorno muy diferente al de unos años. Y, ciertamente, de todos ellos, se pueden extraer aprendizajes o estilos que podrían encajar en el contexto. Mientras Ignacio Gabaldón ponía el acento en el propósito y la coherencia en un evento de PROA Comunicación, en la primera edición del Top Management Summit auspiciada por The Valley, un grupo numeroso de directivos añadían otros valores que debe reunir el liderazgo actual.
Ética, inteligencia artificial, biotecnología y liderazgo con propósito han sido los conceptos que han estado en el centro del debate del Top Management Summit.
“El futuro no es un destino, sino una construcción continua”, ha apuntado Juan Luis Moreno, Partner & Managing Director de The Valley, durante la apertura del evento en Madrid. “Liderar hoy implica ser muy consciente de las consecuencias a largo plazo que tienen nuestras decisiones. Con este summit hemos querido crear un espacio donde compartir, pensar y decidir con propósito”.
Liderar en tiempos de disrupción
En un contexto marcado por la aceleración tecnológica y la incertidumbre estructural, las decisiones empresariales deben combinar visión estratégica, sensibilidad ética y perspectiva humana. Ya no se trata solo de adaptarse, sino de anticiparse, de actuar con propósito y de tomar el timón del cambio.
Y es que lo que ayer parecía ciencia ficción —como tutores personalizados basados en IA o la integración de tecnología en el cuerpo humano— hoy se convierte en decisiones de inversión, innovación y responsabilidad. En ese marco, The Valley plantea una pregunta urgente a sus líderes: ¿cómo tomamos decisiones que no solo respondan al mercado, sino que orienten el impacto social de las tecnologías emergentes?
Tres voces para pensar el mañana
El summit arrancó con la intervención de Ignacio del Pozo, COO de IBM, quien abogó por mantener lo humano en el centro de la innovación tecnológica: “Hay que dejar a las máquinas ser máquinas y al humano ser humano”, defendió. A su juicio, la automatización no puede sustituir el pensamiento crítico ni las habilidades blandas, cuya formación —dijo— debe comenzar desde la infancia. También alertó sobre los desafíos éticos asociados al uso masivo de la inteligencia artificial.
La mirada al futuro continuó con David Vivancos, CEO de Artificiology, que propuso un horizonte aún más disruptivo: la biotecnología como la próxima gran revolución tras la IA. Desde terapias personalizadas hasta cuerpos mejorados, Vivancos esbozó un mundo donde la ciencia convierte la vida en servicio (“life as a service”) y donde alcanzar una longevidad extrema no parece una idea tan lejana.
El toque más humanista llegó con Macarena Estévez, CEO de Cirentis, que presentó una reflexión en forma de relato titulado Conversaciones con mi nieta en 2045. En él, imaginó un futuro en el que las emociones también son procesadas por inteligencias artificiales, y donde el riesgo ya no está solo en los avances tecnológicos, sino en la pérdida de pensamiento autónomo y el olvido de valores esenciales. Frente a ello, reivindicó una dirección empresarial que refuerce la empatía, la bondad y la compasión como motores del liderazgo.
Construir futuro desde el presente
Con esta primera edición del Top Management Summit, The Valley refuerza su papel como espacio de referencia para la formación directiva en un entorno donde la tecnología, la ética y el negocio están cada vez más entrelazados.
La jornada no solo ofreció ponencias, sino también espacios para el networking, la conversación pausada y la reflexión colectiva, con un mensaje claro: en un mundo donde lo urgente lo domina todo, es más necesario que nunca encontrar momentos para pensar en lo importante.
Porque, como coincidieron los participantes, el liderazgo del presente no solo responde al ahora, sino que construye —con cada decisión— el futuro que está por venir.