En 2017, el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo creó una unidad específica para el ictus, una enfermedad que afecta a miles de personas en España y en la que el tiempo y la rapidez en el tratamiento son claves para que los pacientes puedan evitar secuelas irreversibles que puede dejar esta patología.
Desde entonces, el centro la consolidado una estructura y un modelo de trabajo que permiten actuar en segundos ante cualquier complicación, desde fluctuaciones neurológicas hasta problemas cardiovasculares asociados. Por los resultados conseguidos y esta forma de abordar el ictus, el servicio no solo atiende a los pacientes de su propio centro, sino también a los del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, el Hospital La Luz, el Hospital Quirónsalud Sur y el Hospital Quirónsalud Valle del Henares.
Balance de los 8 años de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo
Desde su creación hace ocho años, la Unidad de Ictus atiende más de 300 pacientes al año, una cifra que ha ido en aumento, reflejando la creciente demanda y el reconocimiento de su labor. La estancia media en la unidad es de dos días, mientras que la hospitalización total promedio se sitúa en 4,5 días, tiempos considerados “muy razonables” según los especialistas.
Pero quizá los datos más significativos son los relacionados con la evolución clínica de los pacientes:
- 76% de los pacientes son independientes a los tres meses del ictus
- Menos del 7% de mortalidad, situándose por debajo de la media en entornos comparables
Estas cifras consolidan a la unidad como un ejemplo de excelencia asistencial dentro del sistema sanitario privado español.
Servicios innovadores para acortar tiempos
A lo largo de este periodo, la unidad ha crecido tanto en servicios como orgánicamente. Uno de los grandes avances de la unidad ha sido la puesta en marcha de un sistema de Teleictus que permite que un neurólogo del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo evalúe al paciente en tiempo real, por videoconferencia, desde cualquiera de los centros asociados.
“Hemos logrado que la asistencia comience sin demoras en cada hospital, y una vez controlada la fase inicial, el paciente es trasladado a Ruber Juan Bravo para continuar con el estudio y el tratamiento”, explica el doctor Rafael Arroyo González, jefe del Departamento de Neurología.
La telemedicina se ha convertido así en una herramienta clave para acortar los tiempos de diagnóstico y activar de inmediato los protocolos de emergencia. Este sistema móvil de teleictus también se utiliza para la reevaluación inmediata del paciente en cualquier momento del proceso, garantizando así una supervisión constante y flexible.
Especializados en la fase más aguda del ictus
Por otro lado, la unidad se ha especializado en atender aquellos casos que se encuentren sus fases más críticas. Estos requieren una monitorización exhaustiva y la capacidad de actuar ante cualquier cambio en el estado del paciente. Por ello, el hospital ha habilitado un espacio específico destinado exclusivamente a esta patología, tal como explica el doctor Jaime González-Valcárcel, coordinador de la Unidad de Ictus de Quirónsalud Madrid. Este espacio cuenta con:
- 4 camas monitorizadas
- Un neurólogo en presencia física durante mañana y tarde y de guardia localizada por la noche
- Un especialista en medicina intensiva 24/7
- Una enfermera por turno dedicada exclusivamente a la unidad
- Monitorización cardíaca y tensional, pulsioximetría y sistemas de vigilancia continua
- Acceso permanente a neurorradiología intervencionista, esencial para los tratamientos endovasculares
Esta estructura permite actuar en segundos ante cualquier complicación, desde fluctuaciones neurológicas hasta problemas cardiovasculares asociados.
“Mantener un espacio específico con un equipo multidisciplinar especializado permite ofrecer una atención individualizada de máxima calidad”, añade el Dr. Arroyo. Esta combinación de especialización, tecnología y rapidez hace posible un enfoque integral que va mucho más allá del tratamiento de urgencia.
Seguimiento continuo para evitar nuevos eventos
La atención no finaliza con el alta hospitalaria. La unidad garantiza un seguimiento ambulatorio especializado, clave para controlar los factores de riesgo —hipertensión, fibrilación auricular, diabetes, colesterol elevado— y ajustar los tratamientos preventivos.
Los especialistas destacan que el control postalta es determinante para evitar recurrencias, que son relativamente frecuentes si no se actúa sobre los factores modificables.

