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¿Es el mejor momento para pedir un préstamo personal?

Tras más de 40 días de guerra en Ucrania, la batalla que se está librando en el resto de Europa, especialmente en España, es cómo afrontar un escenario de altísimos niveles de inflación.

La subida de precios es la máxima preocupación de gobiernos e instituciones porque está penalizando mucho a las empresas y también a los consumidores finales.

La cesta de la compra en el supermercado se ha disparado, como también otros servicios como el repostaje del vehículo o actividades de ocio. No se trata de lujos, sino de gastos que normalmente las personas están acostumbradas a hacer casi a diario.

Viendo lo mucho que ha subido la factura de nuestro estilo de vida, hay varias alternativas para adaptarnos a esta situación. Por un lado, cambiar drásticamente nuestros hábitos y ahorrar y por otro, financiar todos nuestros gastos de la manera más rápida, cómoda y flexible posible. ¿Cómo? Con la financiación personal.

¿Es el mejor momento para pedir un préstamo personal?

 

Momento para pedir un préstamo personal

En este sentido y dada la difícil coyuntura económica, puede ser un momento de auge de operaciones de créditos al consumo. Pedir un préstamo personal siempre ha funcionado para costear ciertos imprevistos, pero quizás uno de los momentos más oportunos para solicitar este préstamos puede ser ahora.

Primero porque nuestra capacidad de ahorro se ha visto mermada. En segundo lugar, porque los consumidores van a perder poder adquisitivo con la alta inflación, la cual está prevista que siga en estos niveles, según la estimación reciente del Banco de España.

El organismo ha hecho pública una rebaja en sus previsiones de crecimiento del PIB y también ha informado que la inflación media española se situará en torno al 7,5% a lo largo de este año.

No obstante, también hay que pensar en otro factor macroeconómico que está por llegar, como es la próxima subida de tipos de interés que ya empieza a barruntarse en el Banco Central Europeo.

Esta decisión ya es firme en Estados Unidos por parte de la FED y segundamente en las próximas semanas su homólogo en Europa valore hacer un anuncio similar. De modo que antes de que se oficialice la noticia, ahora es buen momento de para pedir un préstamo personal porque después se aplicarán subidas de interés y será más caro financiar nuestras operaciones.

Así que por situación personal o por factores económicos, quizás ahora, respondiendo a la pregunta inicial, es el mejor momento para solicitar un crédito para sufragar nuestros gastos.

Siempre se han tenido en cuenta este tipo de circunstancias, pero ahora todavía más porque la situación así lo exige: ¡los niveles de inflación tan altos no se veían en España en décadas!

 

¿Para qué pedir un préstamo personal?

Pero además de cuestionarse por el momento ideal para pedir un préstamo personal, el usuario debe saber realmente para qué quiere esa financiación. Y es que las necesidades de hoy pueden ser bien distintas a las de ayer o las de mañana.

Quizás hoy un inquilino de una vivienda esté pasando por problemas económicos comprometiendo sus pagos al arrendador cada fin de mes. O quizás una persona joven esté posponiendo iniciar sus estudios porque no puede afrontar el curso económicamente. Hay un sinfín de necesidades para los que pedir un préstamo personal.

Tradicionalmente, estas operaciones han servido para financiar tanto necesidades o imprevistos como caprichos o compras de ocio. Detrás de la compra de muchos vehículos ha habido recursos obtenido desde un préstamo personal.

Mismo caso para los viajes, un sinfín de persona han acudido a su entidad de confianza para solicitar un crédito que financie sus vacaciones soñadas.

Puede haber tantos fines como necesidades tenga uno. En cualquier caso, este tipo de trámites siempre han solucionado una demanda temporal para los consumidores. Habrá que ver ahora, en este entorno específico para la economía, qué temporalidad pueden tener este tipo de servicios para las personas.

 

Razonamientos antes de lanzarse a pedir un préstamo personal

En cualquier caso, antes te acudir a una web o una sucursal para solicitar un crédito de este tipo, hay que ser muy objetivos para saber cuánto dinero vamos a necesitar y qué propósito queremos perseguir.

Razonar con el fin de evitar un exceso de endeudamiento, sabiendo que estos servicios tienen un coste asociado.

Así que el primer gran consejo es pedir la cantidad que se necesita, ni más ni menos, siempre y cuando uno pueda afrontarla en los plazos requeridos. Las préstamos personal funcionan extremadamente bien y son muy ágiles en las concesiones siempre que haya viabilidad en todo el trámite. En este sentido, es un win-win para la entidad y para ti mismo.

El siguiente tip es acudir a marcas, aplicaciones o plataformas de confianza y reguladas por organismos instituciones porque en ellas vas a depositar tus datos personales.  Ya existen muchos fraudes en el mercado como para ir nosotros directos a ellos. Valora tanto la entidad que te preste como el objetivo que te plantees al pedir un préstamo personal.

 

Crédito y préstamo: no confundir los términos

Por último, conviene señalar que un crédito no es lo mismo que un préstamo en la jerga financiera. Hablamos de préstamos cuando nos referimos a una operación financiera en la que un prestamista da al prestatario una cantidad fija de dinero al comienzo de un trámite, bajo el condicionante de que el prestatario devuelva ese importe junto con los intereses pactados en un plazo determinado (el cual suele figurar en las condiciones de cada entidad)

En cuanto el crédito, esta otra operación consiste en una cantidad de dinero que una organización pone a disposición de los clientes. En este caso, no se entrega la totalidad del importe del crédito al inicio de la operación como sucede en los préstamos, sino que la cantidad depende de las necesidades del momento del cliente.

La otra diferencia entre un préstamo y un crédito está los tiempos, pues a diferencia de los préstamos, un crédito se puede renovar o ampliar cuando terminan los plazo.


 

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