Directivos y Empresas

Democratizar la Industria 4.0 pasa por alcanzar conceptos como el de la conectividad rentable

Existen infinidad de estudios que concluyen que las empresas están apostando por la digitalización y la Industria 4.0. Esto contrasta con las escasas iniciativas puestas en marcha para beneficiarse de la misma.

A pesar de las ventajas que ofrece la transición hacia un nuevo paradigma de la Industria 4.0 y de conectividad y automatización industrial, las empresas, especialmente las pequeñas, aun son reacias a invertir en nuevas tecnologías. 

Las barreras son de dos tipos: psicológicas o económicas. Las primeras están ligadas a la dificultad de las empresas para visualizar las ventajas de la Industria 4.0 con relación a la potencial evolución de sus modelos de negocio.

Digitalización en España.

Adicionalmente en este ámbito también existen aspectos como la habitual resistencia al cambio, el miedo al fracaso y la exigencia implícita en este modelo de un nivel de cualificación más alto. 

El coste como obstáculo de la Industria 4.0

Por otro lado, en cuanto a las barreras económicas, el principal obstáculo hace referencia a la percepción de las empresas españolas, que ven la inversión como un coste para sumergirse en la transformación que suponga la implementación de nuevas tecnologías. Las cuales el mercado ya les está demandando. 

Se trata de una paradoja propia de muchas empresas en distintos niveles de la cadena de suministro industrial en España, me atrevería a decir a nivel mundial.

Los usuarios ya están asumiendo, de una manera inconsciente, la disponibilidad de ciertas prestaciones, tales como la comunicabilidad de los dispositivos, la capacidad de gestión de datos en la nube, la visualización de todo tipo de datos y procesos a través de dispositivos móviles, etc.

No sólo las asumen, sino que las exigen en distintas máquinas y sistemas industriales, pero sin estar dispuestos a pagar un mayor precio por ello.

Es en este contexto donde toman protagonismo conceptos como el de la “conectividad rentable”, que ayudan a alcanzar el equilibrio coste-beneficio y el éxito en las iniciativas de modernización industrial.

Este concepto en concreto está ligado por ejemplo, a una de las funcionalidades básicas de los elementos del llamado IoT (Internet of Things): la capacidad de comunicación. 

Las empresas fabricantes y desarrolladoras de tecnología debemos “satisfacer las expectativas” del mercado, proponiendo elementos y tecnologías que no supongan un sobrecoste (y si es posible incluso que produzcan un ahorro en su adopción), para facilitar así su incorporación a la nueva generación de máquinas y sistemas de la industria española.

El hecho es que, para fomentar esta evolución, las distintas empresas comprometidas históricamente con liderar la innovación tecnológica en la industria,  ya hace  años que estamos considerando en cada lanzamiento de un producto nuevo (y en cada evolución de uno existente) la implementación de distintas capacidades, pero analizando siempre en cada caso la forma óptima de superar las barreras anteriormente descritas (buscando un ahorro en el coste de los componentes, incluyendo interfaces sencillos que faciliten su operación y configuración, etc). 

Son este tipo de iniciativas las que democratizan y permiten convertir en masiva la aplicación de las prestaciones de la industria 4.0 a través de la supresión sucesiva de cada una de las barreras existentes para su adopción.

Incorporando así, de manera paulatina nuevas prestaciones en los productos que supongan un mínimo impacto en su adopción y una optimización del rendimiento. 

Las empresas desarrolladoras de tecnología son expertas en conseguir el equilibrio coste-beneficio para facilitar a sus clientes la adopción del nuevo paradigma de Industria conectada.

La realidad es que como consecuencia, por un lado, de la madurez de las soluciones técnicas y, por otro, de la digitalización de la vida cotidiana, este reto se completa cada vez con mayor ratio de éxito.  

Siguiendo esta filosofía de conectividad rentable, los proveedores tecnológicos industriales debemos seguir trabajando en incorporar las prestaciones asociadas a la industria 4.0 en herramientas que sean lo más amigables posible, tanto para los diseñadores de sistemas, sus integradores y, finalmente, para los usuarios. 

Un caso concreto de esta iniciativa es, por ejemplo, la aparición, en los últimos años, de elementos de bajo precio (el aparellaje industrial o los elementos de señalización y mando), que incluyen protocolos industriales de comunicación.

Industria 4.0: «Do it Yourself»

Así, las arquitecturas del llamado “cableado inteligente” o Smartwire se autoconfiguran, autodiagnostican y autorecuperan ante fallos, sin necesidad de configuración o programación por parte de especialistas. Suponiendo una especie de “Do it Yourself” de la industria 4.0 sin encarecer las instalaciones.

La experiencia me está enseñando que son los conceptos como el de la conectividad rentable (enfocada en derribar las barreras de la adopción de la tecnología) los que están logrando introducir con éxito una nueva generación de productos y soluciones que nos van a permitir gestionar los procesos industriales a un nivel totalmente nuevo y materializar por fin una auténtica revolución industrial en todos los niveles de la cadena de suministro.


Por Jose Ignacio Ruiz – Director Comercial segmento Industrial y MOEMs en Eaton España

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