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El impacto de la IA en el mercado laboral según PwC

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La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama laboral de manera radical y los datos lo respaldan. Según el informe de PwC “The Fearless Future: Global AI Jobs Barometer 2025”, la IA no solo está aumentando la productividad y los salarios, sino que también está redefiniendo los roles de los trabajadores, potenciando sus habilidades.

A medida que la demanda de competencias en IA crece, surge un nuevo paradigma donde el trabajo humano se complementa con tecnología, ofreciendo oportunidades sin precedentes para el progreso profesional.

La revolución laboral impulsada por la IA ya está aquí

El informe elaborado por PwC, desmonta mitos y confirma lo que muchos intuían: la inteligencia artificial (IA) no solo está transformando los empleos, sino que está creando un nuevo paradigma laboral basado en mayor productividad, mejores salarios y un cambio acelerado en las habilidades requeridas.

A partir del análisis de casi mil millones de ofertas de empleo y miles de informes financieros en seis continentes, PwC concluye que la IA no destruye el valor de los trabajadores, sino que los hace más valiosos y productivos, incluso en los roles más automatizables.

 

La IA multiplica la productividad y el valor de los empleados

Las industrias más expuestas y preparadas para utilizar IA han experimentado un crecimiento 3 veces superior en ingresos por empleado respecto a los sectores menos preparados. Este dato confirma que la IA bien implementada se traduce en una ventaja competitiva tangible.

Desde 2022, año en que ChatGPT popularizó el potencial de la IA, la productividad en los sectores más preparados casi se ha cuadruplicado, mientras que ha disminuido levemente en los menos expuestos.

Un concepto clave es el de Agente IA  :  sistemas que planifican, ejecutan y aprenden de forma autónoma, permitiendo a los trabajadores lograr más en menos tiempo y con mayor precisión.

Más IA no significa menos empleo: mitos y realidades

A pesar del temor a la sustitución laboral, el informe muestra que los empleos expuestos a la IA no están desapareciendo. Al contrario, los sectores con mayor adopción tecnológica están viendo crecer tanto los salarios como el número de empleos, incluso en los roles más automatizables, como por ejemplo los agentes de atención al cliente.

Ejemplos de transformación laboral:

Este patrón se repite a gran escala: la IA no reemplaza el juicio humano, sino que lo potencia.

Los salarios crecen el doble en sectores expuestos a IA

Los datos son claros:

 

Esto se debe a que la IA libera a los empleados de tareas rutinarias, permitiéndoles concentrarse en actividades de mayor valor, como la resolución de problemas complejos, la innovación y la toma de decisiones estratégicas.

Cambios acelerados en las habilidades: adaptarse o quedarse atrás

El ritmo de cambio en las habilidades demandadas se ha acelerado un 66% en los empleos más expuestos a la IA, comparado con los menos expuestos, y este fenómeno se ha más que duplicado en el último año.

 

Ejemplo: un  asistente legal ya no solo debe revisar documentos o redactar informes, ahora debe operar herramientas de IA y demostrar pensamiento crítico y habilidades de colaboración.

Los líderes deben prepararse para un “terremoto de habilidades”, donde la formación continua, los programas de upskilling y la mentalidad de aprendizaje permanente serán esenciales para la empleabilidad.

IA y género: oportunidades y desafíos para las mujeres

En todos los países analizados, más mujeres que hombres ocupan empleos expuestos a la IA, lo que abre grandes oportunidades, pero también riesgos. Si no se aceleran los programas de formación en IA dirigidos a mujeres, podría acentuarse la brecha de género.

Las empresas deben garantizar que las mujeres desarrollen habilidades en IA a un ritmo competitivo, evitando su exclusión de los beneficios de esta revolución tecnológica.

La titulación académica pierde relevancia: habilidades sobre títulos

El informe detecta una caída significativa en la demanda de titulaciones formales, especialmente en los empleos más vinculados a la IA. Las causas incluyen:

Esto democratiza las oportunidades, permitiendo a personas sin acceso a la educación universitaria tradicional ingresar a empleos de alto valor si demuestran habilidades prácticas.

Recomendaciones clave para directivos y líderes empresariales

Las conclusiones del informe plantean cinco líneas estratégicas imprescindibles:

  1. Integrar la IA como motor de crecimiento, no solo de eficiencia. La IA debe usarse para crear nuevos mercados y fuentes de ingresos, no solo para reducir costes.
  2. Adoptar IA Agente en toda la organización. Los trabajadores deben contar con “equipos” de agentes digitales que potencien su productividad y creatividad.
  3. Invertir en mapeo y desarrollo de habilidades. Detectar las brechas formativas y establecer planes de upskilling ágiles.
  4. Construir confianza en la IA. El crecimiento depende de la aceptación social y organizativa, basada en la transparencia y la ética en el uso de IA.
  5. Pensar en grande con la IA. Limitarse a automatizar tareas existentes es un error. Hay que diseñar nuevos roles, productos e industrias, como ocurrió con la electricidad o internet.

Ejemplos reales de éxito con IA

Varias compañías líderes ya están aplicando estos principios:

Estos casos demuestran que la IA, aplicada con visión, eleva la productividad y la calidad del empleo.

Un futuro laboral con IA, más humano y más competitivo

El impacto de la IA en el mercado laboral en 2025 está lejos de ser una amenaza existencial para los trabajadores. Si se gestiona adecuadamente, representa una oportunidad histórica para:

El verdadero reto no es la llegada de la IA, sino la capacidad de empresas, líderes y trabajadores para adaptarse y aprovechar su potencial. Quien lo haga, estará mejor posicionado en un mercado laboral global cada vez más exigente y tecnológico.

La IA no elimina la necesidad de personas, sino que redefine su rol, empoderándolas para ser más valiosas, productivas y protagonistas del progreso.

El verdadero reto no es la llegada de la IA, sino la capacidad de empresas, líderes y trabajadores para adaptarse y aprovechar su potencial

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