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Las olas de calor ya no son fenómenos excepcionales. El cambio climático ha multiplicado su intensidad, frecuencia y duración, convirtiéndolas en una amenaza directa para la salud pública.

El golpe de calor, la forma más grave de las patologías por altas temperaturas,  puede derivar en fallo multiorgánico y muerte si no se trata de forma inmediata.

En 2025, España ha registrado cifras récord: entre el 16 de mayo y el 13 de julio, se produjeron 1 180 muertes atribuibles a las olas de calor, frente a 114 en el mismo periodo del año anterior. Solo en julio, las altas temperaturas se asociaron a 1 060 fallecimientos, un 57 % más que en 2024. El total anual hasta agosto asciende a 3 255 muertes, superando las 2 534 de 2024.

¿Qué es el golpe de calor y por qué es tan peligroso?

El golpe de calor ocurre cuando la temperatura corporal supera los 40ºC y el organismo pierde la capacidad de regularse. Según el Dr. Francisco Sánchez, jefe de Urgencias del Hospital Quirónsalud Córdoba, este colapso térmico puede provocar síntomas neurológicos graves como desorientación, somnolencia, convulsiones o coma.

Uno de los signos más alarmantes es la ausencia de sudor, que indica el fallo del sistema de termorregulación. Sin atención médica urgente, el riesgo de daño cerebral, fallo renal o cardíaco es muy elevado.

En palabras del Dr. Francisco Sánchez, jefe de Urgencias del Hospital Quirónsalud Córdoba, “Puede presentarse con síntomas neurológicos como desorientación, somnolencia, convulsiones o incluso coma”, ha señalado el doctor Sánchez. “Uno de los signos más graves es la ausencia de sudor, lo que indica que el sistema ha dejado de funcionar con normalidad”.

Doctor Francisco Sánchez, jefe de servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Córdoba

Doctor Francisco Sánchez, jefe de servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Córdoba

Tipos de golpe de calor

El Dr. Sánchez , distingue dos tipos de golpe de calor ;

1 – Golpe de calor clásico o pasivo

Es frecuente en personas mayores, con enfermedades crónicas o que permanecen en entornos calurosos sin climatización.

2 – Golpe de calor por esfuerzo o activo

Se da en personas jóvenes que realizan ejercicio intenso sin aclimatación, especialmente en condiciones de alta temperatura y humedad.

Otros trastornos relacionados con el calor

Además del golpe de calor, existen otras patologías por altas temperaturas asociadas a la exposición prolongada ;

  • Colapso por calor: cansancio, sed intensa, dolor de cabeza, náuseas, calambres, temperatura normal o moderadamente elevada.

  • Agotamiento por calor: sudoración excesiva, mareos, piel fría, debilidad, vómitos.

  • Síncope por calor: pérdida breve de consciencia que requiere valoración urgente si no hay recuperación rápida.

  • Calambres y edemas: aunque leves, pueden evolucionar si no se corrigen.

Factores de riesgo y grupos vulnerables

No todas las personas tienen la misma capacidad de afrontar el calor. Son especialmente vulnerables:

  • Mayores y niños pequeños: pueden no sentir sed ni sudar, incluso estando deshidratados.

  • Pacientes crónicos: con patologías cardíacas, respiratorias, renales, diabetes o cáncer.

  • Personas aisladas o en exclusión social.

  • Trabajadores al aire libre y deportistas sin aclimatación.

  • Pacientes en tratamiento con fármacos que alteran la regulación térmica.

En 2025, el 95 % de los fallecidos por calor en España tenía más de 65 años, y el 59 % eran mujeres.

Datos recientes de mortalidad por calor en España

El verano de 2025 ha dejado cifras alarmantes en cuanto a la mortalidad asociada a las altas temperaturas. Según datos oficiales, solo en el mes de julio se produjeron 1.060 fallecimientos atribuibles al calor, lo que supone un incremento del 57 % respecto al mismo mes de 2024. Este repunte se enmarca en una tendencia ascendente que comenzó a notarse a mediados de mayo: entre el 16 de mayo y el 13 de julio, las olas de calor provocaron 1.180 muertes, frente a las apenas 114 registradas en ese periodo el año anterior.

El balance acumulado de 2025 hasta principios de agosto eleva el total a 3.255 muertes relacionadas con el calor, superando con creces las 2.534 notificadas en todo el mismo periodo de 2024. Algunas regiones han sufrido un impacto especialmente severo: la Comunitat Valenciana, por ejemplo, contabiliza 417 muertes por temperaturas extremas hasta el 6 de agosto, frente a las 311 del año anterior.

El perfil de las víctimas confirma la vulnerabilidad de ciertos colectivos: el 95 % de los fallecidos tenía más de 65 años, y el 59 % eran mujeres, lo que refleja tanto el envejecimiento poblacional como la mayor fragilidad física en estas edades.

Estas cifras se suman a un preocupante histórico: desde 2015, España ha registrado más de 23.800 muertes relacionadas con el calor, con un pico máximo en 2022, cuando se contabilizaron 4.789 fallecimientos. Los expertos advierten que, si la tendencia continúa, el impacto sanitario y social del calor extremo seguirá aumentando en los próximos años.

Cómo actuar ante un golpe de calor

La actuación rápida salva vidas:

  1. Trasladar a la persona a un lugar fresco o a la sombra.

  2. Retirar ropa innecesaria para favorecer la disipación de calor.

  3. Hidratar con agua o suero oral si está consciente.

  4. Refrescar zonas estratégicas como cuello, axilas e ingles.

  5. Si está inconsciente, no dar líquidos y colocar en posición lateral de seguridad.

  6. Llamar inmediatamente a emergencias.

Consejo del Dr. Sánchez : “Ante cualquier sospecha, hay que actuar rápido: colocar a la persona a la sombra, retirarle la ropa innecesaria, iniciar hidratación si está consciente y refrescar zonas clave como cuello y axilas. Si está inconsciente, nunca se deben administrar líquidos y hay que colocarla en posición lateral de seguridad”,

Prevención: la mejor herramienta

El Dr. Sánchez insiste: la prevención es la estrategia más eficaz. Recomendaciones clave:

  • Beber agua con frecuencia, incluso sin sed.

  • Evitar actividad física intensa en horas centrales (12:00-18:00).

  • Usar ropa ligera, transpirable y de colores claros.

  • Mantener espacios ventilados y climatizados.

  • Proteger a personas vulnerables.

  • Vigilar la conservación de alimentos para prevenir intoxicaciones.

El cambio climático como amplificador del riesgo

Las olas de calor de 2025 demuestran que la emergencia climática no es una amenaza futura, sino presente. El aumento de temperaturas medias y la mayor frecuencia de episodios extremos han elevado la mortalidad asociada al calor a niveles históricos.

Adaptar infraestructuras, reforzar la atención sanitaria, mejorar los sistemas de alerta temprana y educar a la población en prevención son medidas urgentes para proteger vidas.

El golpe de calor es una urgencia médica que puede afectar a cualquiera, pero golpea con más fuerza a los más vulnerables. Reconocer sus síntomas, actuar de forma inmediata y, sobre todo, prevenir, son las claves para reducir la mortalidad.

El calor mata. Y, según los datos más recientes, lo hace cada vez con más frecuencia. La mejor defensa es la información, la preparación y la acción rápida.