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Los riesgos psicológicos de las tecnologías y las redes sociales

Desde la psicología, se alerta de los posibles peligros de «estar enganchado al móvil».

Hoy en la era moderna, dominada por las tecnologías y la conectividad, muy pocos son capaces de aparcar sus teléfonos móviles. El enganche que tienen las redes sociales es imparable, llevándose por delante gran parte del tiempo libre que tiene hoy cualquier persona. No en vano, muy frecuentemente se suele escuchar aquello de «no puedo vivir sin mi móvil». Una tendencia que pueda presentar preocupaciones desde el punto de vista psicológico y de la salud.

Eva Santos, psicóloga de la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo (Grupo Quirónsalud), aborda los principales peligros y riesgos que pueden tener las nuevas tecnologías y las redes sociales.

En su opinión, uno de los peligros procede de la inmediatez, de que no hay esperas e incluso en muchas ocasiones, no nos permiten la reflexión. Las conversaciones y contenidos que generan las redes las llevamos siempre encima y si nos separamos unos minutos de ellas parece que nos falta algo. Esto representa un peligro porque nos pueden llevar a no tolerar la demora en algunas respuestas o en conseguir algo.

Eva Santos, psicóloga de la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo (Grupo Quirónsalud)

No obstante, la comodidad, facilidad y accesibilidad y la no exposición real entrañan otro peligro, sobre todo para adolescentes más inseguros, sensibles o miedosos. En su reflexión, la experta admite que “tenemos la información al momento, siempre hay alguien virtual al otro lado, como pasa en las redes sociales. Nos podemos sentir conectados con nuestros amigos, familiares o incluso desconocidos en cualquier momento y sentir que ese contacto es real».

Esto, a su juicio, tiene el peligro de llevarnos al aislamiento y la soledad, puesto que estando solo en el salón de mi casa se siente rodeado de gente sin el esfuerzo que entraña salir al mundo y enfrentarme a cualquier situación social.

Finalmente, otro peligro viene por la excesiva accesibilidad que ofrecen ciertas páginas. Se habla y escribe de todo y es necesario hacer un filtraje de la información, lo que en ocasiones puede ser una dificultad para adolescentes que no tienen toda la información y que buscan respuestas fáciles.

“No saben cómo manejar estas herramientas, porque sin duda son herramientas, y se acaban viendo metidos en un mundo que a veces asusta, engancha y desborda”, resume la experta.

Se tiene que invertir tiempo en enseñar a niños y adolescentes de tales riesgos y peligros, a la vez que son conscientes de la infinidad de posibilidades que nos pueden aportar las redes sociales y las nuevas tecnologías. “Desde Unidades como la nuestra trabajamos y enseñamos recursos para que estos peligros no generen dificultades ni patologías como adicciones o aislamiento en los adolescentes.”

 

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