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“La radiología actual es un excelente ejemplo de la medicina moderna”

Académico de la Real Academia Nacional de Medicina, el Jefe del servicio de Radiología de Quirónsalud Valencia, el Doctor Luis Martí, analiza los beneficios de la radiología, detallando que los biomarcadores de imagen pueden considerarse actualmente como biopsias virtuales.

 

El radiólogo se ha convertido en una pieza fundamental para mejorar el proceso sanitario de todos los pacientes.

 

Dr. Luis Martí Bonmatí, Jefe del servicio de Radiología de Quirónsalud Valencia.

 

El año pasado usted fue nombrado académico electo de la Real Academia Nacional de Medicina. ¿Qué supuso esto para usted y para su especialidad?

Además de un inmenso orgullo y satisfacción, un honor y un privilegio, considero que incorporarme a la Real Academia Nacional de Medicina es una gran oportunidad y responsabilidad para colaborar a engrandecer el prestigio académico, la relevancia científica y la proyección social de esta Institución.

En su trayecto desde el análisis de las manifestaciones de la enfermedad hasta la medicina personalizada, los radiólogos son observadores perspicaces que tradicionalmente se han dedicado a transformar percepciones subjetivas en un conocimiento preciso del estado del paciente.

En mi discurso de ingreso desarrollé cómo la imagen médica digital y el procesamiento computacional de sus datos han permitido extraer numerosos parámetros cuantitativos, conocidos como biomarcadores de imagen, que bien pueden considerarse actualmente como biopsias virtuales o imágenes biológicas.

 

[blockquote style=»1″]Los hospitales deben apostar por tener al alcance de la innovación la tecnología que permite a sus profesionales conocer con mayor precisión la situación de sus pacientes[/blockquote]

«Los radiólogos deben adecuar las exploraciones a las necesidades de los pacientes».

 

En un principio se piensa que el radiólogo se mantiene ajeno a los pacientes y su actividad se basa más en la maquinaria y el análisis de lo que se observa a través de estas herramientas. ¿Es una definición simplista y equivocada de los profesionales de su campo?


Es una definición reduccionista pero no tan equivocada. Los radiólogos deben adecuar las exploraciones a las necesidades de los pacientes y sus dolencias, garantizar que las imágenes obtenidas cumplen con los mejores estándares de calidad, informar los estudios generando toda la información pertinente y relevante para el conocimiento de la existencia, grado de afectación y de extensión de la enfermedad, y establecer criterios de gravedad y de respuesta al tratamiento.

Los radiólogos deben también colaborar en los comités multidisciplinares para el mejor diagnóstico y tratamiento de los pacientes, dirigiendo las actitudes clínicas y desarrollando la terapia guiada por la imagen y el intervencionismo radiológico.

Deben también estar accesibles a los médicos peticionarios y a los pacientes para cualquier duda o información que necesiten sobre la imagen y su proceso.

Y además deben desarrollar la medicina de precisión de la mano de la ingeniería biomédica y los biomarcadores de imagen en un entorno de satisfacción para los pacientes y para el entorno sanitario en el que desarrollamos nuestro trabajo. Como ve, pensar que nuestro entorno son las máquinas y no los pacientes no sólo es reduccionista sino decimonónico.

 

[blockquote style=»1″]Saber lo que está sucediendo en una zona determinada, sus características, lo antes posible y de forma segura e incruenta para el paciente, es el paradigma de la medicina moderna[/blockquote]

 

Como experto en el diagnóstico por imagen, ¿cuál es la tecnología más impactante que se encuentra a disposición de los hospitales en España?

La imagen médica ha evolucionado gracias a las tecnologías.

La imagen médica evoluciona con el desarrollo tecnológico. El desarrollo de las técnicas de adquisición y procesado de imágenes, con una mejoría impresionante en su calidad de resolución espacio-temporal y diferenciación de contraste, está ligado al progreso de la computación, la transformación de la información y la revolución digital.

Los hospitales deben apostar por tener al alcance de la innovación la tecnología que permita a sus profesionales conocer con mayor precisión la situación de sus pacientes. En muchas ocasiones la radiografía digital o la tomografía computarizada (el TAC) serán suficientes, pero los mayores desarrollos actuales están en los TAC multiespectrales, la mamografía digital con tomosíntesis, la resonancia magnética de alta resolución, la tomografía por emisión de positrones (el PET) y la ecografía con elastografía y perfusión.

De enorme importancia es además extraer toda la información disponible de estas imágenes mediante el procesado computacional de las imágenes generadas a través de los biomarcadores de imagen.

El objetivo final de estos biomarcadores es asegurar que la realidad virtual in-silico que representan es coherente con el análisis microscópico in-vitro y el estudio macroscópico in-vivo, y que esta información funcional y fisiopatológica es de beneficio para el mejor tratamiento de los pacientes.

 

[blockquote style=»1″]En el corazón la imagen es uno de los campos que más ha evolucionado e impactado en la práctica clínica[/blockquote]

 


Una de las principales inversiones hospitalarias está precisamente destinada a este tipo de maquinaria. ¿Los altos precios que se pagan por ella se amortizan fácilmente en resultados tanto para el centro como para los pacientes?

Sin ninguna duda, la radiología es una de las principales áreas de beneficio para los hospitales. Sus costes están ajustados, sus ventajas son críticas y los ingresos que generan hacen posible planificar las actualizaciones y reinversiones necesarias para no caer en la obsolescencia tecnológica. De este modo se garantiza que los pacientes tengan acceso a la tecnología adecuada que evaluará de forma precoz y precisa su estado de salud y que se tratará de la mejor forma su enfermedad.

 

¿Precisión, poca invasión y precocidad en el tratamiento son los tres grandes parámetros que debe buscar la radiología actualmente?

Son las bases de la imagen médica. Saber lo que está sucediendo en una zona determinada, sus características principales, lo antes posible y de forma segura e incruenta para el paciente es el paradigma de la medicina moderna. La radiología actual es un excelente ejemplo de la medicina moderna basada en la precisión, la precocidad y el paciente.

«La radiología es una de las principales áreas de beneficio para los hospitales».

 

Antes de operar, hoy el primer diagnóstico lo dicta la imagen. ¿El grado de exactitud de una lesión puede ser del 100%?

La radiología es básica tanto para operar como para no hacerlo. Muchas situaciones se manejan actualmente de forma casi exclusiva con la imagen. Conocer la cantidad de grasa que presenta el hígado en las esteatosis o la existencia de un tumor primario en un paciente cirrótico se establece sin necesidad de obtener muestra histológica en la mayoría de pacientes.

Claro que la anatomía patológica sigue siendo fundamental, principalmente por los desarrollos de la patología molecular, pero la imagen determina qué pacientes deben estudiarse con esta técnica, qué zona de la lesión debe biopsiarse y en qué pacientes no es necesaria.

 

Se habla de equipos multidisciplinares desde su especialidad. ¿El éxito de un tratamiento radica en esta unión de profesionales médicos?

El conocimiento médico es cada vez más amplio y las decisiones en muchos procesos graves, como en la oncología, se toma con mayor calidad cuando varios especialistas participan en el proceso. No se entiende la medicina sin una colaboración y comunicación efectiva entre profesionales. El radiólogo es una pieza fundamental en este proceso, ya que interactúa con la mayoría de las disciplinas médicas para mejorar el proceso sanitario de los pacientes.

 

En el corazón, la imagen es uno de los campos que más ha evolucionado.

 

Cada vez más se está investigando más en profundad la cuestión de los biomarcadores. ¿Qué ofrecen los biomarcadores y qué potencial tienen para el futuro?

La expansión masiva de la potencia de cálculo computacional ha permitido no solo aumentar la capacidad de procesamiento de las imágenes médicas sino también la información que puede extraerse de ella, los cambios en los tejidos. Este progreso genera una información cuantitativa fiable que no podía visualizarse previamente en las imágenes originales y que representa la aportación radiológica a un tratamiento más seguro, personalizado y eficiente.

Esta información cuantitativa objetiva representa los biomarcadores de imagen, que pueden expresarse como aquellos procesos biológicos y tisulares relevantes en una enfermedad y extraídos de las imágenes médicas mediante cálculos computacionales. Su potencial es inmenso, ya que nos permite conocer lo que está sucediendo dentro de un órgano y de una lesión sin daño al paciente, y con una alta precisión.

Además, podemos repetir este análisis siempre que sea necesario, con lo que puede medirse de forma precoz y fiable el efecto de los tratamientos sobre las lesiones que pretendemos curar.

 

Las enfermedades cardiovasculares suponen una de las principales causas de muerte a nivel mundial. ¿Cómo ha evolucionado la imagen cardiaca y vascular para prevenir este tipo de patologías?

En el corazón, la imagen es uno de los campos que más ha evolucionado e impactado en la práctica clínica. En la actualidad somos capaces de detectar mediante TAC y RM la existencia de área de hipertrofia, adelgazamiento, isquemia y cicatrización en el músculo cardíaco como si tuviéramos el corazón del paciente al alcance de la mano, de forma totalmente segura y sin necesidad de realizar nada más que un examen radiológico.

Somos capaces de saber si existen estenosis en las arterias y si hay obstrucciones vasculares. Pero además la radiología es capaz de, a través del uso de catéteres y prótesis, tratar los aneurismas abdominales y las obstrucciones de las arterias. Tanto en el diagnóstico como en el tratamiento la imagen médica es actualmente la piedra angular de la enfermedad cardiovascular.

 

Neuroimagen.

De la misma manera, la neuroimagen está cobrando un mayor protagonismo para el tratamiento del dolor. ¿Qué grado de conocimiento existe sobre este tema en España?

Si hace tan sólo 10 años les dijera que somos capaces de conocer los tractos que conectan las principales áreas cerebrales, la existencia de anomalías en la densidad de neuronas o el daño en la estructura íntima del cerebro, no me creerían.

Sin embargo, en la actualidad todas estas estructuras y centros funcionales se estudian con la resonancia magnética (RM). Tanto en neurología como en neurocirugía, neuropsicología y psiquiatría, el estudio de las propiedades cerebrales con la imagen está abriendo campos de conocimiento insospechados.

Sabemos cómo funciona el cerebro en reposo y cómo se comporta cuándo realiza una acción, conocemos las lesiones que presenta y sus propiedades, ayudamos a establecer diagnósticos precisos y monitorizar los tratamientos. Y todo ello con exactitud, precisión y colaboración multidisciplinar.

 


CURRICULUM VITAE – Dr. Luis Martí Bonmatí

 


 

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