El nuevo aliado para la cirugía actual pasa por ser la neuronavegación, una herramienta de imagen que actúa como una GPS muy preciso para los médicos en sus procedimientos en el quirófano. Uno de los referentes en su aplicación es el doctor Francisco Villarejo (en la foto destacada), jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Luz, el cual explica para Directivos y Empresas los beneficios de esta técnica en operaciones cerebrales y de columna.
La clave de esta innovación es la capacidad que ofrece a los expertos a guiar cada proceso con una precisión milimétrica. Esto significa más seguridad y menos invasión a los pacientes, especialmente en casos complejos. Villarejo explica que la neuronavegación muestra exactamente “por dónde vamos y hacia dónde queremos llegar”. El salto desde la navegación basada en la experiencia y la anatomía tradicional hacia un sistema inteligente que interpreta imágenes, señala rutas y reduce riesgos es ya un hecho en los quirófanos del citado hospital madrileño.
Cómo funciona la neuronavegación en una cirugía
La neuronavegación combina imágenes de resonancia magnética y TAC que, tras ser procesadas por un software avanzado, generan un mapa cerebral tridimensional. El sistema integra marcadores de referencia y sensores infrarrojos que detectan en tiempo real la posición del instrumental quirúrgico. Así, el cirujano sabe en todo momento dónde está el extremo de su herramienta, qué estructuras rodea y cuál es la ruta más segura para alcanzar su objetivo.
La precisión es tan alta que llega a un margen de error de apenas un milímetro, una diferencia decisiva en un territorio donde unos pocos milímetros pueden separar un procedimiento exitoso de un daño neurológico irreversible. “Es imposible perderse; llegamos al punto exacto sin dañar venas o arterias importantes”, afirma el neurocirujano.
Este nivel de exactitud no solo aporta seguridad, sino que también mejora la eficiencia quirúrgica: permite planificar el abordaje antes de la intervención, anticipar dificultades y adaptar los movimientos del cirujano a cada paciente.
Tumores pequeños, profundos y complejos: cuando la precisión lo es todo en una cirugía cerebral
La neuronavegación es especialmente valiosa en la extirpación de tumores cerebrales situados en áreas profundas o próximas a zonas elocuentes —aquellas implicadas en funciones esenciales como el lenguaje o el movimiento—. El Hospital Universitario La Luz ha intervenido recientemente varios casos donde esta tecnología ha marcado la diferencia.
“En tumores muy pequeños y profundos, la guía milimétrica nos permite acceder a ellos sin lesionar estructuras elocuentes, y una vez extirpados, comprobar si queda algún resto”, explica el Dr. Villarejo. La posibilidad de verificar al instante la ausencia de tejido tumoral residual disminuye la probabilidad de segundas intervenciones y aumenta la tasa de resecciones completas, un elemento clave en el pronóstico del paciente.
Incluso en tumores de gran tamaño, como los meningiomas gigantes de hasta 8 centímetros, la neuronavegación se convierte en un aliado indispensable. El sistema facilita la planificación previa de la craneotomía, calcula el tamaño óptimo de la apertura ósea y permite evaluar durante la cirugía si es necesario ampliar el acceso para evitar posibles complicaciones. Al finalizar la intervención, ayuda a confirmar que no queden fragmentos tumorales, mejorando los resultados clínicos y reduciendo el riesgo de recidivas.
Cirugía de columna: tornillos exactos y menos riesgo
Aunque la neuronavegación se popularizó por su uso en neurocirugía cerebral, su aplicación en la columna vertebral ha demostrado ser igualmente revolucionaria. Su capacidad para guiar la colocación de tornillos, placas y otros dispositivos con un nivel de precisión muy superior al método convencional disminuye de forma notable la probabilidad de perforación, desplazamientos o lesiones nerviosas.
Esta tecnología resulta determinante en cirugías de artrodesis, escoliosis, tumores intramedulares y extramedulares, y en el tratamiento de fracturas o patologías degenerativas. “La precisión es fundamental para colocar tornillos y dispositivos en fracturas o patologías degenerativas. Esta tecnología reduce complicaciones y mejora la estabilidad”, señala el Dr. Villarejo.
Además, la neuronavegación ha impulsado el avance de las técnicas mínimamente invasivas, muy demandadas por su rápida recuperación y menor agresión a los tejidos. Entre ellas destacan los espaciadores, implantes de titanio que se insertan entre las vértebras para ampliar el espacio y estabilizar la columna. Son especialmente útiles en la estenosis de canal o como complemento tras la cirugía de hernia discal para evitar recurrencias.
“Permiten tratar el llamado ‘síndrome del escaparate’ y mejorar la calidad de vida del paciente”, añade el especialista, haciendo referencia al dolor lumbar y a la dificultad para caminar que caracterizan esta patología.