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El envejecimiento, el auge del deporte y las innovaciones quirúrgicas disparan la demanda de tratamientos para conservar las articulaciones.

Según el Dr. Pedro Soler, coordinador del servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud Clideba, la degeneración del cartílago y tendones es la principal causa de consulta.

Este fenómeno, provocado por el estilo de vida y factores como el sedentarismo y el sobrepeso, destaca la urgente necesidad de prevención y educación en salud articular.

La salud articular, en el punto de mira de la medicina moderna

La degeneración articular de cartílago y tendones se ha convertido en la principal causa de consulta en los servicios de Traumatología en España. Así lo afirma el Dr. Pedro Soler, nuevo coordinador del servicio en el Hospital Quirónsalud Clideba (Badajoz), quien señala que “la gran mayoría de estas lesiones están ligadas al envejecimiento, aunque también tratamos cada vez más casos en pacientes jóvenes por patologías deportivas o reumáticas”.

Estas estructuras —cartílago y tendones— son fundamentales para el correcto funcionamiento de las articulaciones, ya que permiten el movimiento fluido y amortiguan los impactos. Su desgaste progresivo afecta gravemente la calidad de vida, provocando dolor crónico, rigidez y limitación funcional.

Según cifras internas del hospital, el servicio de Traumatología supera las 1.500 intervenciones quirúrgicas anuales, entre las que destacan las artroplastias de cadera y rodilla, las artroscopias de hombro, y las infiltraciones biológicas para tratar lesiones degenerativas.

Dr.Pedro Soler, coordinador Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz

Dr. Pedro Soler, coordinador del servicio en el Hospital Quirónsalud Clideba (Badajoz)

“La gran mayoría de estas lesiones están ligadas al envejecimiento, aunque también tratamos cada vez más casos en pacientes jóvenes por patologías deportivas o reumáticas” – Dr. Pedro Soler, coordinador del servicio en el Hospital Quirónsalud Clideba (Badajoz)

¿Por qué aumentan estas patologías?

El aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento de la población y la incorporación masiva al deporte en edades medias y avanzadas están detrás del auge de estas patologías. “Cada vez hay más conocimiento en la población sobre técnicas de reconstrucción y conservación articular, lo que está aumentando la demanda de tratamientos quirúrgicos”, destaca el Dr. Soler.

Además, el incremento de la actividad física sin el asesoramiento adecuado, unido a factores como el sobrepeso y los trabajos repetitivos, favorecen la aparición de microlesiones que aceleran el deterioro de las estructuras articulares. El sedentarismo, por otro lado, tampoco es aliado de la salud articular, ya que debilita la musculatura que protege las articulaciones.

Nuevos perfiles de pacientes: del senior activo al joven deportista

Si bien los mayores siguen siendo los pacientes más habituales, los traumatólogos observan con preocupación un aumento en la incidencia de lesiones articulares en adultos jóvenes. Muchos de ellos presentan daños acumulados por una práctica deportiva intensa o mal planificada.

En este contexto, el Dr. Soler subraya la necesidad de una mayor educación en salud articular desde edades tempranas. “Los hábitos que adquirimos en la adolescencia y juventud condicionan la salud musculoesquelética futura”, afirma.

El enfoque multidisciplinar como garantía de calidad

El Hospital Quirónsalud Clideba cuenta con un equipo de nueve traumatólogos subespecializados en distintos tipos de lesión, lo que permite una atención más precisa y personalizada. Esta estructura, explica Soler, “favorece la interrelación entre distintas disciplinas dentro de la Traumatología y garantiza tratamientos más efectivos y coordinados”.

La coordinación entre profesionales ha sido esencial para implantar protocolos quirúrgicos avanzados que permiten, por ejemplo, operar fracturas de cadera en las primeras 24-48 horas, lo cual reduce significativamente las complicaciones médicas y acorta el tiempo de hospitalización.

Innovación quirúrgica: menos invasión, más recuperación

La cirugía traumatológica ha experimentado una auténtica revolución tecnológica. En la actualidad, las nuevas generaciones de prótesis personalizadas ofrecen una mayor durabilidad y adaptación al paciente, especialmente en personas jóvenes y activas.

Asimismo, la incorporación de técnicas mínimamente invasivas como la artroscopia avanzada permite intervenir estructuras internas con mínimas incisiones, lo que acelera la recuperación y disminuye el riesgo de complicaciones.

En cuanto a la cirugía de columna, destaca el uso creciente de la endoscopia para tratar hernias y estenosis con una mínima agresión tisular. Estas técnicas reducen el dolor postoperatorio, acortan la estancia hospitalaria y permiten retomar la actividad laboral en menos tiempo.

Otra gran innovación es la aplicación de injertos humanos para la reconstrucción ligamentaria y articular, una técnica avanzada que mejora la integración de los tejidos y acorta los plazos de recuperación funcional.

Inteligencia artificial y robótica: el futuro inmediato

Entre los grandes desafíos que se plantea el servicio de Traumatología del hospital está la integración progresiva de soluciones de inteligencia artificial (IA) y cirugía robótica. Estas herramientas ya están comenzando a utilizarse para planificar procedimientos quirúrgicos con precisión milimétrica, mejorar los diagnósticos por imagen y personalizar tratamientos.

La IA permitirá en un futuro próximo identificar riesgos de lesión incluso antes de que aparezcan los síntomas, mediante el análisis de patrones biomecánicos. “La transformación digital asistencial es un objetivo prioritario que permitirá reducir los tiempos de hospitalización y mejorar los resultados clínicos”, apunta el Dr. Soler.

Infiltraciones biológicas: una opción intermedia

Entre las opciones menos invasivas, las infiltraciones con plasma rico en plaquetas (PRP) o ácido hialurónico están ganando terreno como tratamientos intermedios para retrasar la necesidad de cirugía en pacientes con artrosis incipiente o lesiones tendinosas crónicas.

Estas técnicas aprovechan la capacidad regeneradora del propio organismo y ofrecen buenos resultados en términos de alivio del dolor y mejora funcional, aunque no sustituyen a la cirugía cuando el daño articular es avanzado.

Prevención: el gran reto pendiente

La clave para frenar el avance de estas patologías reside en la prevención. “Una musculatura fuerte y equilibrada protege las articulaciones”, recuerda el Dr. Soler, quien insiste en la importancia de realizar ejercicio moderado, adaptar la actividad física a la edad y condición física, y cuidar la alimentación.

El control del peso corporal, el uso de calzado adecuado, y la corrección postural en el ámbito laboral también son medidas esenciales para preservar la salud osteoarticular.