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El sector aéreo en 2025: recuperación, retos y oportunidades para la industria

sector aéreo 2025

En 2025, la aviación global se enfrenta a un panorama de recuperación tras los estragos de la pandemia, según el informe de OBS Business School dirigido por Eduardo Irastorza.

Con un incremento en el transporte de pasajeros y un notable beneficio neto, la industria aérea se posiciona ante el desafío de la transición energética y la creciente competencia de mercados emergentes. A su vez, Europa, pese a sus fortalezas, debe resolver sus limitaciones internas para mantener relevancia en un entorno dominado por potencias como Estados Unidos y Asia.

La aviación global remonta el vuelo: luces y sombras en 2025

El sector aéreo mundial ha dejado atrás los devastadores efectos de la pandemia y en 2025 consolida su recuperación. Así lo revela el informe “El sector aéreo: una visión en 2025” de OBS Business School, liderado por el profesor Eduardo Irastorza. Según el estudio, la industria aérea ha recuperado la senda de los beneficios y afronta nuevos desafíos en un contexto marcado por la transición energética, la competencia global y el auge de los mercados emergentes.

Los datos son elocuentes: en 2024 el transporte aéreo de pasajeros alcanzó los 4.964 millones, acercándose a los niveles prepandemia, y el sector logró un beneficio neto global de 36.600 millones de dólares, con Norteamérica y Oriente Medio como principales motores de rentabilidad.

Pese a este crecimiento, el sector se enfrenta a desafíos estructurales, desde la modernización tecnológica hasta las tensiones geopolíticas, pasando por la transformación energética y la creciente presión regulatoria en materia ambiental.

La geopolítica y los mercados emergentes redefinen el tablero

Estados Unidos, con su poderoso mercado interno, lidera la recuperación gracias a la resiliencia de su sector aéreo. Las principales aerolíneas estadounidenses, como American Airlines, Delta, United Airlines y Southwest Airlines, dominan los rankings globales, mostrando la fortaleza de su infraestructura y su capacidad de adaptación.

Por su parte, China e India, con 1.500 millones de habitantes cada una, avanzan en un proceso de transformación de sus aerolíneas, pasando de modelos low cost a ofertas de mayor valor, con la vista puesta en el desarrollo de una industria aeronáutica propia. Este proceso, junto al auge de economías como Indonesia, Filipinas o Vietnam, altera el equilibrio global y plantea serios retos a Europa, que pese a recuperar el crecimiento, sigue lastrada por la falta de una política aérea común.

Los gigantes asiáticos aplican una estrategia en tres fases: primero, crean compañías low cost con flotas de segunda mano; luego, mejoran la calidad y el alcance de sus rutas; finalmente, desarrollan su propia industria aeronáutica, compitiendo en segmentos premium y de alta tecnología.

En palabras de Irastorza: “Los europeos deben resolver sus diferencias y reunir talento y recursos para consolidar un competidor creíble en el siglo XXI”. Europa, envejecida y fragmentada, compite en desventaja frente a regiones con poblaciones jóvenes, poderosos mercados internos y estrategias de crecimiento coordinadas.

Europa entre el liderazgo turístico y la debilidad estructural

España emerge como un actor clave dentro del sector aéreo europeo. Tres de sus aeropuertos (Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca) figuran entre los diez con mayor tráfico del continente. En 2023, el 69% de los turistas que visitaron España lo hicieron por vía aérea, lo que evidencia el peso estratégico de la aviación para la economía nacional.

Además, España ha visto crecer el número de empresas vinculadas al sector, alcanzando las 268 en 2023, y sus aerolíneas cubren todos los segmentos de clientes, con Ryanair, Vueling, Iberia y Air Europa como principales protagonistas.

Sin embargo, el transporte aéreo interno sigue siendo una asignatura pendiente. Las restricciones que la UE plantea a los vuelos de corta distancia y la falta de una visión europea unificada amenazan la competitividad del sector.

Turquía, por ejemplo, ha consolidado a Turkish Airlines como una de las aerolíneas más dinámicas y con mayor crecimiento, superando a competidores históricos como Air France, y demostrando el poder de las estrategias nacionales alineadas con la política económica y turística.

Innovación, sostenibilidad y experiencia del cliente: claves de futuro

El sector aéreo afronta un futuro “complejo pero apasionante”. La transición hacia energías limpias avanza, aunque más lentamente de lo previsto. Los grandes fabricantes, Boeing y Airbus, siguen liderando el mercado, mientras que las potencias emergentes trabajan para desarrollar modelos propios más sostenibles.

La presión regulatoria, especialmente en Europa, obliga a acelerar la reducción de emisiones y la búsqueda de combustibles alternativos. Sin embargo, el proceso será gradual, condicionado por la innovación tecnológica, las inversiones necesarias y los tiempos de certificación.

Por otro lado, las aerolíneas deben conquistar el Frontline, es decir, la relación directa y personalizada con el cliente. La gestión eficiente del Big Data y el CRM se convierte en un elemento estratégico para conocer las necesidades de los pasajeros, anticiparse a sus demandas y construir relaciones de largo plazo que se traduzcan en rentabilidad.

Las grandes compañías digitales como Amazon, Google o Netflix han demostrado el valor de gestionar el dato y anticiparse al consumidor. El sector aéreo debe seguir esa senda si quiere evitar convertirse en un mero proveedor fácilmente sustituible.

El desarrollo de alianzas intersectoriales, que integren aerolíneas, hoteles, movilidad terrestre, ocio y eventos, se perfila como una vía para ofrecer experiencias completas y diferenciales que fidelicen al cliente y generen nuevas fuentes de ingresos.

Privacidad y protección de datos: un desafío global

La personalización de la experiencia plantea retos en materia de privacidad. Las aerolíneas recopilan y analizan grandes cantidades de datos, lo que genera conflictos éticos y jurídicos, especialmente en un entorno internacional sin normativas armonizadas.

El informe de OBS aboga por la creación de un Comité Jurídico internacional, coordinado por la OACI, que unifique los criterios legales y garantice un equilibrio entre la personalización y la protección de los derechos de los pasajeros.

Las diferencias regulatorias entre países, la proliferación de normativas extraterritoriales y la complejidad legal vinculada a la doble nacionalidad o el tránsito internacional dificultan la operativa de las compañías y generan inseguridad jurídica.

Seguridad aérea: el reto de la siniestralidad cero

Pese al aumento de vuelos, la seguridad aérea sigue siendo alta. En 2024, la tasa de accidentes fue de 1,13 por millón de vuelos, y los siniestros mortales se mantienen muy por debajo de la media histórica. Empresas como Emirates, Etihad o KLM destacan por sus altos estándares de seguridad, que se convierten en un factor diferencial de competitividad.

La innovación en materiales, los sistemas de mantenimiento predictivo y la formación continua de las tripulaciones contribuyen a mantener la seguridad como prioridad absoluta del sector.

Además, los fabricantes, en su apuesta por aeronaves más sostenibles, deben garantizar que los nuevos modelos cumplan con los máximos requisitos de seguridad, sin comprometer la eficiencia ni el confort del pasajero.

España y Europa ante la encrucijada aérea

El sector aéreo 2025 muestra signos claros de recuperación y oportunidades de crecimiento, pero también revela las debilidades estructurales de Europa. Para España, la aviación es un pilar económico esencial, especialmente vinculado al turismo, pero necesita fortalecer su conectividad interna y alinearse con una estrategia europea más ambiciosa.

El futuro pasa por:

Solo así Europa y España podrán competir en un escenario global dominado por gigantes demográficos y económicos como China, India o Estados Unidos, donde el cielo sigue siendo un territorio estratégico clave.

El momento de actuar es ahora. La aviación no solo conecta territorios, sino que impulsa el turismo, el comercio, la inversión y la proyección internacional. España debe aprovechar sus fortalezas, superar sus debilidades y liderar, junto al resto de Europa, el nuevo ciclo de transformación que vive el sector aéreo global.

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