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¿Por qué el FMI es tan pesimista con la caída del PIB en España?

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Las previsiones del FMI apuntan a que la caída del PIB español será la mayor en Europa y el futuro es bastante optimista en el escenario que se dibuja en los meses post Covid. La mayor caída del PIB en los países del Sur, como el nuestro, es debida a tres motivos fundamentalmente:

1. Por un lado, la parada, es decir, las medidas que se han tomado han sido mucho más agresivas en Italia o en España que en el resto de los países de Europa.

2. Por otro lado, las ayudas recibidas por las empresas han sido mucho mayores en los países del Norte, entre otras cosas, porque el endeudamiento que tenemos los países del Sur, mucho más grande, no nos ha permitido tomar medidas mucho más drásticas para ayudar a las empresas.

En Alemania, por ejemplo, la línea de avales ha sido de 800 mil millones frente a 100 mil millones en España. Nada tiene que ver un tejido empresarial con otro, pero lo que está claro es que recibir en Alemania el 100% del aval en lugar del 80% en España hace que las empresas alemanas sean mucho más competitivas que las españolas.

Además, con estas diferencias estamos rompiendo uno de los principales pilares de la UE, donde la libre competencia y las ayudas deben ser homogéneas en todo el territorio. En España y los países del Sur tendremos que esperar al menos a enero para que se pongan de acuerdo los países de la UE en torno a cómo se canalizan las ayudas anunciadas por la Comisión Europea.

3. Y también nos afecta la estructura empresarial española, que tiene mucho peso en turismo y en construcción. Esto crea una estacionalidad enorme. La estacionalidad en el empleo viene a ser del 28% en España frente al 15% europeo. Y además la estructura de PYMES, demasiadas y demasiado pequeñas, y la rigidez en el empleo hacen que se cree una baja productividad y una caída del PIB.

Medidas que se han de tomar para mejorar el vaticinio del FMI

Deben ser medidas a medio-largo plazo muy necesarias para incentivar que las empresas crezcan, que se creen nuevas, tener menor rigidez en la normativa de empleo y, como están demandado los empresarios, dar peso a la industria y a otros sectores que compensen tanto el turismo como la construcción.


Por Juan Abellán – profesor de EAE Business School

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