Icono del sitio Directivos y Empresas

La economía intangible en España representa el 38% del PIB

economía intangible España

Quien quiera desdeñar los activos intangibles en una organización o institución ha de saber que camina en dirección contraria. La importancia de los intangibles es cada vez mayor a nivel económico. Aspectos como las percepciones, reputación, la ética o la coherencia pesan tanto como unos resultados financieros. Es más, se puede decir que existe una gran sintonía entre los números y los activos intangibles.

Brand Finance ha vuelto a poner cifras a los intangibles en el mundo y en una investigación en la que se anuncia un gran incremento de estos activos en España. En colaboración con Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership, la consultora ha publicado el Global Intangible Finance Tracker (GIFT™), concluyendo que esta otra economía ha alcanzado un récord histórico en 2025, con un impacto de 97,6 billones de dólares, un 23% más que el año anterior. Es evidente que a la luz de este dato, la tendencia de las empresas apunta hacia modelos basados en la diferenciación o la confianza, en los que la gestión reputacional ostenta un rol muy protagonista.

España: 720.000 millones de dólares en valor de economía intangible

En el caso de España, el informe revela un crecimiento del 62% en el valor total de los intangibles, que se sitúa en 720.000 millones de dólares (620.000 millones de euros). Esta cifra equivale ya al 38% del PIB corriente nacional, consolidando a los activos intangibles como motor de competitividad y desarrollo económico.

Los sectores con mayor aportación al valor intangible nacional son la banca, la energía y la moda, con Inditex liderando el ranking (17%), seguida por Iberdrola (13%), Santander (7%), BBVA (7%) y Amadeus (6%). Se trata de compañías que han construido valor a partir de la innovación, la confianza y la proyección internacional de sus marcas.

Para Ángel Alloza, CEO de Corporate Excellence, estas cifran demuestran el papel determinante de los intangibles en la economía y la necesidad de integrarlos en la gestión estratégica de las organizaciones. En este sentido, su organización sigue trabajando para profesionalizar esta gestión y dotar a las empresas de herramientas que les permitan medir, valorar y proteger sus activos intangibles con el mismo rigor que los tangibles.

El reto: medir lo que no se ve en la economía intangible

Y es que uno de los retos pasa precisamente por saber medir el valor de los intangibles. Según se refleja en el informe de Brand Finance, el 83% del valor global de los intangibles no está reflejado en los estados financieros de las empresas. En el caso de España, este porcentaje se sitúa en el 75%, lo que evidencia la brecha existente entre el valor real de las compañías y lo que muestran sus balances contables.

Esta asimetría contable dificulta la comparación entre empresas y limita la capacidad de los inversores para valorar correctamente el potencial de una organización.

Como explica Pilar Alonso Ulloa, directora general de Brand Finance Iberia y Sudamérica, “mientras las empresas que crecen de forma orgánica no tienen la obligación de aflorar los intangibles creados internamente, las que crecen por fusiones y adquisiciones sí deben valorarlos y registrarlos en sus balances. Esto provoca que los estados financieros no sean comparables a los ojos de los inversores”.

De ahí la urgencia de establecer marcos comunes de medición y reporte, que permitan una lectura más transparente y precisa del valor empresarial.

Estados Unidos, líder mundial de la economía intangible

El estudio confirma que Estados Unidos continúa liderando el ranking de las economías más intangibles del planeta. En su caso, los activos inmateriales representan el 78% del valor total de las empresas. En Europa, Reino Unido, Alemania y los países nórdicos también muestran elevados niveles de madurez en la gestión del capital intangible.

España, por su parte, avanza con determinación en esta dirección. Aunque la intangibilidad frente a los activos tangibles alcanza el 48%, todavía hay recorrido para alcanzar los estándares internacionales en gestión, transparencia y cultura corporativa basada en la confianza.

Salir de la versión móvil