El Gobierno griego ha decidido acabar con un privilegio que tenían los funcionarios desde hace más de dos décadas: seis días adicionales de vacaciones pagadas que gozaban aquellos que trabajaban con ordenadores.
El Gobierno griego ha decidido acabar con un privilegio que tenían los funcionarios desde hace más de dos décadas: seis días adicionales de vacaciones pagadas que gozaban aquellos que trabajaban con ordenadores.