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El aviso del BCE: por qué deberíamos tener efectivo en casa para emergencias

En una sociedad cada vez más acostumbrada a pagar con tarjeta o con el móvil, el Banco Central Europeo (BCE) ha lanzado un recordatorio que no debería pasar desapercibido: tener dinero en efectivo en casa sigue siendo esencial para afrontar emergencias.

El mensaje, publicado en el informe “Mantenga la calma y lleve efectivo: lecciones sobre el rol único del dinero físico en cuatro crisis”, subraya que el efectivo no es un vestigio del pasado, sino un recurso estratégico para la seguridad financiera de los ciudadanos.

Lecciones de cuatro grandes crisis

Los economistas del BCE analizan en el documento distintos momentos críticos en los que el dinero físico jugó un papel “crucial”:

En todos estos casos, el dinero en metálico actuó como reserva estable de valor y medio de pago fiable cuando las infraestructuras tecnológicas o financieras se vieron comprometidas.

El apagón: cuando el efectivo se convirtió en el único medio de pago

El informe recuerda cómo el apagón del 28 de abril provocó un desplome del 42% en los pagos con tarjeta y del 54% en el comercio electrónico. Mientras tanto, el efectivo mantuvo su funcionalidad intacta, permitiendo que quienes disponían de él pudieran seguir adquiriendo bienes básicos.

El BCE lo resume de manera clara: “Este acontecimiento transformó el efectivo, que era una opción de pago entre muchas otras, en el único medio de compra para quienes lo poseían”.

La paradoja de la digitalización

Aunque los sistemas digitales están optimizados para ser cada vez más rápidos y seguros, el BCE advierte que ningún sistema es infalible. La creciente digitalización de los pagos ha hecho que muchos ciudadanos prescindan casi por completo del metálico, pero esto los deja expuestos a riesgos en caso de interrupciones tecnológicas o crisis inesperadas.

La relevancia del efectivo en la economía europea

Los billetes han mantenido de forma constante un peso superior al 10% del PIB de la eurozona durante la última década. Incluso con el auge de los pagos digitales, el efectivo sigue siendo un respaldo esencial para el sistema financiero.

Durante la pandemia, la emisión neta de billetes creció en más de 85.000 millones de euros por encima del promedio histórico, lo que muestra la confianza de los ciudadanos en el dinero físico en situaciones de incertidumbre.

El efectivo como componente de la seguridad nacional

Cada vez más países europeos consideran el efectivo como un activo crítico para la seguridad nacional. Gobiernos como los de Países Bajos, Austria o Finlandia recomiendan a sus ciudadanos guardar dinero en casa para cubrir necesidades básicas durante al menos 72 horas en caso de crisis.

Las cantidades aconsejadas oscilan entre 70 y 100 euros por persona, suficientes para adquirir alimentos, medicinas o combustible. Finlandia incluso estudia la instalación de cajeros automáticos a prueba de interrupciones, para garantizar el acceso a billetes en todo momento.

Un recurso psicológico además de económico

El BCE también destaca el papel del efectivo como instrumento tranquilizador. En momentos de crisis, disponer de billetes en mano proporciona una sensación de seguridad y control que las tarjetas o las apps móviles no pueden ofrecer si los sistemas se interrumpen.

Además otro de los motivos que siempre se ha dicho del dinero físico respecto al digital , es que el primero otorga una privacidad frente al control que tiene el dinero digital en el que cualquier movimiento puede seguir controlado y rastreado.

Muchos países como Alemania abogan por mantener el dinero en efectivo y que este no «desaparezca» de la circulación.

Lo que sí ofrece el dinero digital respecto al dinero físico es la comodidad de que siempre lo llevas encima. Estamos viendo cómo se dan muchísimas situaciones en las que salimos de casa con el teléfono y las llaves, y no llevamos nada más encima, llevando toda nuestros documentos de identidad y dinero en el móvil, lo que da lugar a que acabemos pagando con el móvil. Un movimiento , que poco a poco y a medida que la digitalización de la sociedad ha ido creciendo exponencialmente está favoreciendo a que el dinero físico desparezca poco a poco.

¿Efectivo o dinero digital? Un falso dilema

El debate no es “efectivo vs. digital”, sino cómo combinar ambos sistemas de forma complementaria. Mientras los pagos digitales son más cómodos y rápidos en la mayoría de situaciones, el efectivo sigue siendo insustituible como respaldo en caso de contingencias.

La responsabilidad de los ciudadanos y de los gobiernos

El BCE insiste en que los ciudadanos deben ser responsables y contar con pequeñas reservas de metálico en casa. Pero también subraya la necesidad de que los gobiernos garanticen el acceso a billetes, evitando que el avance digital acabe marginando este recurso esencial.

El efectivo como seguro de vida financiero

El mensaje del BCE es claro: aunque la digitalización siga avanzando, tener dinero en efectivo en casa es una garantía frente a imprevistos. No se trata de volver al pasado, sino de estar preparados para un futuro en el que las crisis seguirán existiendo.

Disponer de metálico suficiente para unos días puede marcar la diferencia entre la tranquilidad y la incertidumbre cuando los sistemas digitales fallen.

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