Palacio de Bornos presenta sus nuevas añadas de tres vinos que se han visto renovados en su packaging.
Una lavado de cara por parte de la bodega que busca realzar todo lo que aportan estos vinos a los consumidores: calidad, historia y referencia en el ámbito de los blancos. Dos de ellos – Verdejo y Sauvignon Blanc – han sido reconocidos en el último Challenge International du Vin, celebrado en Burdeos.
Nuevos tiempos, nuevas añadas, renovaciones de imagen y… reconocimientos. Los vinos de Palacio de Bornos siguen su camino evolutivo en el mercado, con decisiones empresariales que buscan adaptarse a las nuevas tendencias de un sector en el que, definitivamente, el ecommerce le está dando un nuevo impulso.
De hecho, la web del grupo vitivinícola al que pertenece la bodega ha sido renovada este año para potenciar la fidelidad a los clientes y ofrecer un mejor servicio a los consumidores desde cualquier dispositivo.
Desde el espacio Club Bornos se ha diseñado un escaparate muy visual y accesible para los aficionados al mundo del vino y así “mantener un contacto directo con ellos, haciéndoles llegar nuestro vino cómodamente a casa y recibiendo de ellos sus comentarios e impresiones”, afirma el director general de Bornos Bodegas & Viñedos, Fernando Zaratiegui.
[blockquote style=»1″]Queríamos que la imagen con la que llegan nuestros vinos al consumidor transmitiera un nuevo estilo, modernidad y, en definitiva, esa evolución constante que nos caracteriza[/blockquote]
La evolución en la operativa también se ve acompañada de la estética. Y es que, sin perder la esencia de su identidad gráfica, los vinos más representativos – Palacio de Bornos Verdejo y Palacio de Bornos Sauvignon Blanc – han visto rediseñada su imagen, centrando la atención en sus etiquetas.
“Continuando con nuestra filosofía del trabajo constante y en sintonía con las tendencias del mercado del vino, era necesario darle un “lavado de cara” a las etiquetas de nuestro Verdejo y Sauvignon Blanc.
Queríamos que la imagen con la que llegan nuestros vinos al consumidor transmitiera un nuevo estilo, modernidad y, en definitiva, esa evolución constante que nos caracteriza”, explica Zaratiegui. Concretamente, la nueva presentación cambia de una forma tradicional cuadrada a otra más irregular que aporta una mayor originalidad y dinamismo al packaging.
La renovada imagen de estos dos icónicos vinos de la bodega queda ya estampada en la nueva añada de 2017. El verdejo es un monovarietal procedente de 308 hectáreas de viñedo propio en las localidades de Rueda, Pollos y La Seca. El caldo es de color amarillo pálido con tonos verdosos, en nariz presenta aromas de frutas tropicales, heno y matices anisados.
Intenso, sabroso y equilibrado en boca. Fresca acidez, frutal y aromático en el postgusto.
Por su parte, el también monovarietal Sauvignon Blan también presenta nueva añada con aroma intenso, con carácter y complejo, al aparecer frutas tropicales con toques herbáceos y minerales.
Es potente y elegante al paladar, bien equilibrado y de buena acidez y su paso en boca resulta sabroso y fresco, con buena persistencia posterior, marcando la variedad.
Palacio de Bornos, renueva también la gama alta de sus vinos
El otro gran cambio que se ha producido en las filas de Palacio Bornos apunta directamente a la gama alta: La Caprichosa. El nuevo diseño para este vino atiende a las tendencias de los vinos de esta dimensión.
La nueva etiqueta concede mayor protagonismo a la marca frente a Palacio de Bornos y los recursos empleados obedecen a cuestiones como la seriedad, elegancia y calidad del producto.
Se trataba, como admite Zaratiegui, “de poner de manifiesto la personalidad propia y diferenciada de este vino que tiene respecto al resto de la gama, así como destacar el viñedo viejo del que procede”.
[blockquote style=»1″]El otro gran cambio que se ha producido en las filas de Palacio Bornos apunta directamente a la gama alta: La Caprichosa. Su nueva etiqueta concede mayor protagonismo a la marca frente al Palacio de Bornos[/blockquote]
Este emplazamiento es precisamente uno de los secretos del éxito y calidad de La Caprichosa. La superficie en cuestión tiene más de tres décadas de antigüedad y rinde con 4.000 kg. por hectárea.
Plantado en vaso, en suelos cascajosos de baja fertilidad, la vendimia se realiza a mano, mimando la uva y realizando una primera selección en cajas en el propio terreno y otra posterior en mesa a su entrada en la Bodega.
Tras un minucioso proceso de elaboración, la bodega consigue embotellar un vino blanco intenso, serio, con cuerpo y rotundo en sabores. De color amarillo pálido con reflejos verdosos, en nariz se aprecia su alta intensidad aromática, marcada por ese amplio abanico de varietales, como el heno, balsámicos y cítricos, con un aporte de madurez, fruto del trabajo con las lías”, describe Pilar García, quien resalta el resultado en boca.
“Es un vino con buena estructura, equilibrado, untuoso y con un postgusto que perdura en el tiempo y recuerda los aromas percibidos en nariz”, sostiene la enóloga Pilar García del Pino.
Palacio de Bornos reconocido internacionalmente
No es casualidad que todo el trabajo realizado tanto desde la oficina como desde el campo tenga su reconocimiento. De hecho estos vinos vallisoletanos gozan de un gran estatus en el panorama de la crítica internacional.
Su último éxito viene del Challenge International du Vin (Francia), uno de los concursos de mayor prestigio en el mundo que ha distinguido con la Medalla de Oro al Palacio de Bornos Sauvignon Blanc 2017 y con la Medalla de Plata al Palacio de Bornos Verdejo 2017.
En dicho certamen han participado más de 5.000 vinos, procedentes de 37 países distintos, que han sido analizados y valorados por un jurado compuesto por casi 700 catadores profesionales.
Estos expertos han reconocido la calidad de los dos caldos más icónicos de la bodega castellano leonesa.
