El dueño de Nueva Rumasa dice que un cambio de propiedad no aumentará las opciones de cobro de los acreedores

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Afirma que la situación del grupo «es notablemente peor de lo transmitido» por los vendedores

Back in Business, sociedad del grupo de Ángel de Cabo que compró Nueva Rumasa hace un año, ha anunciado que analizará la petición de José María Ruiz-Mateos para revertir la operación de compraventa, aunque ha advertido de que un eventual cambio de propiedad «en ningún caso» aumentará las posibilidades de cobro de los titulares de pagarés y del resto de acreedores.

En un comunicado, los nuevos propietarios recuerdan que la mayoría de las empresas del holding están en concurso de acreedores y, por tanto, se regulan por la Ley Concursal.

Asimismo, señalan que, para que se pudiera hacer efectiva la resolución del contrato, Ruiz-Mateos tendría que cumplir una serie de requisitos mercantiles y judiciales, además de asumir los costes de la transacción. Así, están estimando la inversión económica realizada «en el seguimiento de las empresas del grupo y sus respectivos concursos de acreedores».

Back in Business detalla que en septiembre de 2011 se hizo con «menos de medio centenar de sociedades» de Nueva Rumasa, de las más de 200 vinculadas al grupo, y apunta que el seguimiento de los diferentes concursos de acreedores por parte de su equipo «está motivando el destino de elevados recursos personales y materiales».

Además, asegura que la «situación real del grupo es notablemente peor de lo transmitido por la parte vendedora en el proceso de 'due dilingence', con grandes defectos de información».

Como ejemplo, alude a que Dhul y Clesa, dos de las enseñas «mejor valoradas a priori» y que «supuestamente» fueron vendidas a Back in Business, «en realidad habían sido donadas previamente a una fundación extranjera».

INCUMPLIMIENTO DE CONDICIONES PACTADAS.

La sociedad compradora indica también que «ya se han tenido que resolver con los anteriores propietarios contratos de compraventa de alguna sociedad por el incumplimiento de las condiciones pactadas», como es el caso de las bodegas Marqués de Campo Nuble.

Back in Business subraya que su intención en esta operación ha sido la reestructuración del grupo para «contribuir a la viabilidad de la mayor cantidad de actividades posibles», al tiempo que defiende su «capacidad de gestión» en aquellas áreas en las que no fue apartada de la gestión por la administración concursal, como en determinados hoteles.

El resto de sociedades, donde el comprador no ha podido intervenir por la retirada de facultades, están ya en estado o en vías de liquidación. «En estos casos, la situación económica de las sociedades destaca por poseer un pasivo enormemente superior al activo, principalmente derivado de avales cruzados y operaciones financieras no vinculadas directamente a la actividad», explica.

Back in Business remarca que «respetará en todo momento lo regulado por la Ley Concursal», que, según recuerda, recoge que «las obligaciones asumidas por una sociedad las tiene que afrontar la propia sociedad con sus activos y los recursos que genere». Así, se tienen que atender los créditos «en la prelación que la ley concursal regula», por lo que un cambio de propiedad no aumentaría las opciones de cobro.

«Teniendo en cuenta todos estos condicionantes», la sociedad de Ángel de Cabo asegura que analizará la petición de la familia Ruiz-Mateos y que «obrará en consecuencia, en función de la defensa prioritaria de los intereses de los trabajadores del grupo y de los acreedores».

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