Cómo evolucionar hacia una empresa líquida durante la cuarentena

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La experta en employer branding y diversidad, Ana Sarmiento, ofrece siete consejos para que las empresas puedan encaminarse hacia un modelo de negocio liquido tras la crisis.

Solo las empresas que se transformen en líquidas sobrevivirán a esta crisis. Así de tajante se muestra la speaker y experta en employer branding, Ana Sarmiento. Ahora bien, ¿qué es una empresa líquida? Es aquella que sabe dar respuesta y adaptarse al actual modelo de sociedad en la que las condiciones de actuación cambian antes de que las formas de actuar se consoliden en hábitos y rutinas determinadas.

Este duro proceso de “destrucción creativa” conlleva a un impacto en el modelo anterior y con ello indirectamente en los seres humanos que las practican. Las empresas también tendrán que prepararse para minimizar este impacto tanto en el corto, como en el largo plazo.

Hoy, quienes ya lo tenían asumido lograron continuar su operación sin estar atados a una infraestructura física. No necesitaron de una pandemia para modernizarse y desprenderse de modelos que han rebasado su fecha de caducidad.

Gracias a la cuarentena, hoy más empresas comienzan su transición hacia un nuevo modelo de negocio que reemplaza teorías y liderazgos de los 90, que no tienen ya cabida en el mundo actual. Ana Sarmiento ofrece 7 consejos para evolucionar hacia una empresa líquida en estos tiempos.

como evolucionar hacia una empresa líquida

7 practicas de cuarentena para realizar la transición hacia un modelo de negocio líquido

1Seguir con la transformación digital. Es una necesidad que no da espera y hay que destinar presupuestos a la implementación y capacitación del personal. Por ejemplo, las reuniones virtuales son posibles. No es un dominio exclusivo de equipos en distintos rincones del planeta, sino que pueden ser llevadas a cabo desde diferentes lugares de residencia.

2Redefinir el aprendizaje. En una sociedad líquida no tienen cabida formaciones puntuales para resolver problemas que se han detectado en el pasado. Cada día es un aprendizaje que permite virar el timón cuando cambien las aguas. Se aprende navegando, reflexionando sobre lo sucedido en el día y realizando los ajustes en un pis-pas. “Las empresas líquidas, son consientes de la realidad que atraviesan a cada momento y de la transitoriedad de cada etapa. No permanecen en un solo estado y saben aprovechar sus recursos para timonear las diversas etapas del negocio”, sostiene Sarmiento.

Ana Sarmiento
Ana Sarmiento

3Eliminar etiquetas. Todas las generaciones tenemos la capacidad de usar la tecnología para tele-trabajar. No es un privilegio de Millennials y Zetas, aunque por el contexto histórico en el que crecieron estén más habituados.

4Acabar con la demonización de los móviles y las tablets. Son dispositivos de gran ayuda para la vida de la empresa. Ellos nos permiten conectarnos y seguir con nuestras rutinas de una manera diferente y productiva. Estar con un móvil en las manos no significar estar perdiendo el tiempo, incluso si uno se conecta desde una piscina.

5Autonomía. Es factible que las personas organicen sus horarios de manera flexible para cumplir con sus obligaciones a nivel personal y profesional. El confinamiento lo demuestra. Cabe resaltar también que el atuendo para trabajar no altera el resultado. Durante la cuarentena la gente no está usando la ropa con la que habitualmente se presenta en las oficinas.

6Redefinir los conceptos de éxito y productividad. Los proyectos se pueden medir por resultados y no sólo por el número de horas que un jefe vea a su empleado en su escritorio o “conectado”. Basta con establecer los marcos de acción y hacer un voto de confianza.

7Priorizar las relaciones con todo tipo de stakeholders. Aunque en la cadena de negocio se interactúa con muchos actores, el modelo tradicional da prioridad principalmente a los accionistas.

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