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Madrid Excelente: así se construye la región de la longevidad a través de sus empresas

longevidad Madrid

La Comunidad de Madrid se ha consolidado como el territorio europeo con mayor esperanza de vida, un logro que no es fruto del azar, sino el resultado de décadas de inversión, innovación, cultura de bienestar y compromiso empresarial.
En 2025, la Cumbre Mundial por la Longevidad, celebrada en el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, volvió a situar a la región en el epicentro de un debate que va mucho más allá de la medicina: el de cómo crear una sociedad que no solo viva más años, sino que los viva mejor.

El mensaje fue claro: la longevidad se ha convertido en una ventaja competitiva y en una marca de identidad madrileña. Un modelo que combina sanidad de vanguardia, empresas comprometidas con la salud y el bienestar, y políticas públicas que entienden el envejecimiento no como un problema, sino como una oportunidad de progreso económico y social.

El papel de las empresas en la longevidad madrileña

Según Elena Mantilla, directora general de Madrid Excelente, el secreto de este liderazgo reside en el tejido empresarial:

“En Madrid, más empresas significan más empleo; más empleo, mayor poder adquisitivo; y mayor poder adquisitivo se traduce en mejor alimentación, más prevención y, en definitiva, más vida.”

Elena Mantilla, Directora-General Madrid Excelente durante su intervención en el acto

Bajo el sello Madrid Excelente, muchas compañías han entendido que cuidar la salud, fomentar la prevención y garantizar el bienestar no solo son responsabilidades éticas, sino también decisiones estratégicas rentables.

Cinco principios definen este enfoque empresarial:

  1. Ejercicio y nutrición como cultura corporativa.

  2. Chequeos médicos y programas de neuroprotección.

  3. Horarios flexibles y teletrabajo que favorecen el equilibrio personal.

  4. Entornos laborales saludables, con luz natural y aire limpio.

  5. Propósito compartido: dar sentido y pertenencia a cada empleado.

Este modelo convierte a Madrid en un ecosistema de longevidad activa, donde la empresa se reconoce como agente de salud y bienestar social.

Casos que inspiran: cuando la longevidad se convierte en propósito

Ejemplos hay muchos y diversos. Desde FREMAP, que reduce las enfermedades laborales a través de la prevención sistemática, hasta Mutua Madrileña, que ha hecho del cuidado de sus empleados una inversión a largo plazo.
ILUNION demuestra que el talento sénior es un activo de valor; y la Cruz Roja de Madrid combate la soledad y el prejuicio con programas de acompañamiento humano.

En el sector sanitario, firmas como Roche, Afflelou o LYX Urología apuestan por la innovación continua aplicada al día a día, mientras que las residencias de mayores dejan atrás el modelo asistencial pasivo para transformarse en talleres de longevidad activa, espacios donde la edad deja de ser límite y pasa a ser potencial.

Un sistema sanitario de excelencia mundial

La sanidad madrileña es uno de los pilares de este modelo. Con 42 hospitales —18 de ellos con sello de excelencia—, la región se posiciona como referente en cirugía robótica, medicina regenerativa y biotecnología aplicada.
Entre los centros más reconocidos destacan:

Cada uno de ellos contribuye a un ecosistema de salud donde la investigación y la asistencia clínica conviven con la innovación tecnológica.

 

Esta red de hospitales no solo salva vidas, sino que genera conocimiento, empleo y reputación internacional para la Comunidad de Madrid.

Políticas públicas al servicio del envejecimiento activo

La longevidad también se construye desde la administración. Los planes de empleo sénior impulsados por la Comunidad de Madrid movilizan cientos de millones de euros para fortalecer la autonomía de los mayores de 50 años.
Las universidades madrileñas han incorporado programas de formación para mayores de 55 años, mientras que los centros de mayores se han convertido en auténticas aulas de vida, donde se enseña a prevenir caídas, mejorar la memoria o mantener la salud emocional.

El resultado de estas políticas es visible: la tasa de ocupación de los mayores de 45 años alcanza el 50,3 %, seis puntos por encima de la media nacional.

La región no solo envejece mejor, sino que mantiene activa a su población sénior como motor de experiencia, consumo y conocimiento.

El músculo económico de una región longeva

A todo ello se suma un contexto económico robusto. Con un PIB per cápita de 44.755 euros —un 37 % superior a la media española—, la Comunidad de Madrid canaliza dos tercios de toda la inversión extranjera que llega al país.
Este dinamismo empresarial se traduce en estabilidad, innovación y recursos para seguir invirtiendo en bienestar y tecnología sanitaria.

Madrid se ha convertido, así, en un laboratorio global de longevidad, observado con atención por capitales como Londres, Nueva York o París.

El modelo madrileño demuestra que salud y crecimiento económico pueden caminar de la mano, y que la inversión en bienestar es, también, una inversión en competitividad.

Ciencia, juventud y propósito: hacia los 150 años jóvenes

Durante la Cumbre, el futurista José Luis Cordeiro, fundador de la Universidad de la Singularidad en Silicon Valley, sintetizó el espíritu de esta revolución:

“El reto no es alargar la vejez, sino mantenerse joven más tiempo. No vamos a vivir 150 años viejos, sino 150 años jóvenes. Y esto será para todos, como hoy lo son las vacunas o los antibióticos.”

Su visión conecta con el propósito que impulsa la longevidad madrileña: una combinación de ciencia, innovación y humanismo.

Madrid no persigue solo añadir años a la vida, sino vida a los años, integrando la salud física, mental y emocional como parte del desarrollo social y empresarial.

La longevidad como modelo de prosperidad

La esperanza de vida en Madrid ronda los 86 años, entre cuatro y cinco más que la media europea. Pero más allá de la cifra, la clave está en el modelo que la hace posible.


Una combinación única de sanidad avanzada, políticas inclusivas y empresas comprometidas con la calidad de vida de las personas.

Madrid se ha convertido, por méritos propios, en la capital europea de la longevidad activa. Su fórmula es sencilla, pero poderosa: inversión, innovación, bienestar y propósito . Una ecuación que no solo prolonga la vida, sino que la llena de sentido.

Porque en Madrid, vivir más es también vivir mejor.

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