El 92,8% del tejido empresarial madrileño es familiar y, por tanto, este tipo de negocios contribuye de forma decisiva a la creación de empleo, inversión y cohesión social. Su peso económico, unido a su papel como transmisoras de valores, cultura corporativa y compromiso con la comunidad, convierte a la empresa familiar madrileña en un actor imprescindible para el desarrollo económico sostenible de la región. Sin embargo, también se enfrentan a importantes desafíos: la profesionalización de sus estructuras, la adaptación tecnológica, los procesos sucesorios y la necesidad de impulsar modelos de gobernanza robustos.
Este fue precisamente el hilo conductor de la jornada “Liderazgo familiar: historias que inspiran la excelencia”, organizada por la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM) junto con Madrid Excelente. Todas las voces presentes en esta sesión, entre las que se incluye a la viceconsejera de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, María del Carmen Tejera, coincidieron en que este tipo de compañías no solo deben asumir el reto de perdurar o sobrevivir, sino que también deben reintentarse a lo largo de generaciones. “Si la familia es la célula básica de la sociedad, la empresa familiar lo es para la economía”, señaló Tejera.
Y ejemplo de ello son Varma y Grupo Suárez, dos firmas que han estado presentes en esta jornada para contar sus historias de longevidad.
Compromiso institucional con la empresa familiar madrileña
La inauguración del encuentro corrió a cargo de Verónica García Castelo, presidenta de ADEFAM, y Elena Mantilla, directora general de Madrid Excelente. Ambas remarcaron la importancia de reforzar los marcos regulatorios y de apoyo institucional para proteger y fortalecer a la empresa familiar madrileña.
García Castelo destacó que tanto ADEFAM como Madrid Excelente comparten una misión común: elevar los estándares de gobernanza y reforzar la reputación empresarial. “Promovemos la excelencia en la gobernanza, reforzando la confianza y la reputación empresarial, brindando visibilidad a compañías que son ejemplo de calidad, ética y compromiso”, subrayó. Para la presidenta de ADEFAM, la empresa familiar no solo contribuye al dinamismo económico, sino que actúa como motor de progreso, innovación y cohesión social, generando un impacto que trasciende lo estrictamente empresarial.
Elena Mantilla, por su parte, resaltó la esencia diferencial de las empresas familiares: su capacidad para combinar profesionalización con valores, así como su vocación por perdurar. “La promoción de la excelencia y la profesionalización es clave para asegurar la transmisión de buenas prácticas y valores sólidos a lo largo de las generaciones”, afirmó. Además, destacó que encuentros como este refuerzan el compromiso de Madrid Excelente con el liderazgo empresarial, la innovación y la continuidad en la cultura organizativa madrileña.
Varma y Suárez ejemplifican las claves de la buena longevidad de la empresa familiar
Ya en la mesa de debate, se analizaron los pilares que permiten a una empresa familiar fortalecerse a lo largo del tiempo y consolidarse como referente de competitividad. Los protagonistas de esta charla fueron los líderes de Varma y Grupo Suárez: por un lado Teresa Martín de la Mata (presidenta de Varma) y Juan Suárez (CEO de Suárez y Aristocrazy). De esta conversación surgieron las cinco claves que explican el éxito de una empresa familiar:
-
Visión de largo plazo
A diferencia de las compañías cotizadas o los fondos de inversión, cuyo horizonte suele ser más inmediato, las empresas familiares toman decisiones estratégicas con la mirada puesta en la siguiente generación. Esta perspectiva les permite invertir con mayor estabilidad y afrontar cambios con una visión más integradora y sostenible.
-
Cultura corporativa basada en valores
El compromiso, la humildad, la cercanía y la ética se transmiten desde los fundadores hasta los sucesores, generando un sentido de pertenencia único. Esta cultura, difícil de replicar en organizaciones más impersonales, es uno de sus principales activos diferenciales.
-
Flexibilidad y resiliencia
Las empresas familiares suelen mostrar una elevada capacidad de adaptación ante crisis económicas o cambios regulatorios. La rapidez en la toma de decisiones, la implicación directa de los propietarios y la capacidad de reinventarse han demostrado ser claves para su supervivencia.
-
Profesionalización y buen gobierno
Los expertos presentes coincidieron en que la profesionalización de la gestión, la implantación de consejos de administración sólidos y la transparencia son esenciales para garantizar la continuidad. Las estructuras familiares deben evolucionar hacia modelos de gobernanza que equilibren la tradición con la eficiencia corporativa.
-
Gestión del relevo generacional
El proceso sucesorio continúa siendo uno de los retos más complejos. Preparar a las nuevas generaciones, establecer protocolos familiares y promover una transición ordenada y basada en el mérito son factores determinantes para asegurar la estabilidad.

