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Paloma Biglino Campos, XXXI Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio

Premio Pelayo 2025 Paloma Biglino

La excelencia jurídica española ha vuelto a tener una cita con uno de sus grandes referentes. Este 13 de noviembre se celebra en Madrid la entrega del XXXI Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio, un galardón que en esta edición reconoce la brillante trayectoria de Paloma Biglino Campos, una de las voces más respetadas en el ámbito del Derecho Constitucional. La ceremonia estará presidida por el Presidente del Tribunal Constitucional, acompañado por destacadas autoridades del mundo político, judicial y académico.

El Premio Pelayo, con una dotación económica de 30.000 euros exentos de tributación y una estatuilla conmemorativa, se ha consolidado a lo largo de más de tres décadas como uno de los reconocimientos más relevantes del panorama jurídico español. No solo distingue una trayectoria profesional excepcional, sino también un compromiso sostenido con el Estado de Derecho, la ética pública y la defensa de los valores democráticos.

Un reconocimiento a la coherencia y al compromiso con el Derecho Constitucional

La galardonada de este año, Paloma Biglino Campos, catedrática de Derecho Constitucional y figura clave en la reflexión jurídica contemporánea, ha dedicado su vida académica y profesional al estudio de las libertades públicas, los derechos fundamentales y el papel de las instituciones democráticas. Su pensamiento ha influido en generaciones de juristas y legisladores, situándola como un referente de rigor, independencia intelectual y compromiso con el bien común.

Durante el acto, la semblanza de la premiada correrá a cargo de Joaquín de Fuentes Bardají, socio del despacho Escalona & De Fuentes Abogados y Abogado del Estado excedente, quien repasará las principales contribuciones académicas y doctrinales de la profesora Biglino.

La trayectoria de la jurista se caracteriza por su profunda capacidad analítica y su vocación docente, así como por su defensa constante de una justicia constitucional que preserve el equilibrio entre poderes y garantice la protección efectiva de los derechos ciudadanos.

Un galardón que celebra la excelencia del Derecho en España

Desde su creación, el Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio se ha convertido en un símbolo de la excelencia del Derecho español. En sus treinta y una ediciones, ha premiado a magistrados, académicos, abogados del Estado y juristas de gran influencia, reconociendo tanto su labor profesional como su aportación al fortalecimiento de las instituciones.

El acto de entrega, que reunirá a más de 600 asistentes, contará con la presencia de representantes de los altos tribunales, miembros del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Supremo, del Consejo de Estado, del Tribunal de Cuentas, y del Defensor del Pueblo, además de rectores universitarios, fiscales, letrados, parlamentarios, y personalidades del mundo empresarial.

La ceremonia constituye, además, un punto de encuentro entre generaciones de profesionales del Derecho que comparten un mismo ideal: el de una justicia sólida, moderna y al servicio de la sociedad.

La voz institucional del Derecho y la sociedad civil

El Presidente del Tribunal Constitucional, quien presidirá el acto, encarna la relevancia institucional de este galardón. Junto a él estarán el Ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, el Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, la Presidenta del Consejo de Estado, la Presidenta del Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo, el Presidente del Jurado y el Presidente de Pelayo, Francisco Lara Martín.

Este elenco de autoridades refleja el espíritu con el que se creó el Premio: reconocer el mérito jurídico como parte esencial del progreso social. La ceremonia es también una oportunidad para subrayar el papel de la abogacía y del pensamiento jurídico como pilares de cohesión democrática y progreso institucional.

Pelayo y su compromiso con el Derecho y la sociedad

El Grupo Pelayo, promotor del premio desde 1991, reafirma con este galardón su vínculo histórico con los valores de la justicia, la ética y la responsabilidad social. “El Derecho es un elemento vertebrador de la sociedad y reconocer a quienes lo defienden con rigor y humanidad es parte de nuestra vocación corporativa”, ha señalado en diversas ocasiones su presidente, Francisco Lara Martín.

Pelayo ha sido durante décadas una de las entidades que más ha contribuido a tender puentes entre el mundo jurídico y la sociedad civil, generando espacios de encuentro donde se fomenta el debate y la reflexión sobre los grandes desafíos de la justicia contemporánea.

En esta edición, Lara aprovechará su intervención para anunciar la convocatoria de la XXXII edición del Premio Pelayo, manteniendo vivo un compromiso con la promoción del conocimiento jurídico y la excelencia profesional.

El legado de una jurista comprometida

El reconocimiento a Paloma Biglino Campos trasciende el ámbito académico. Su trabajo se ha centrado en analizar cómo las normas, las instituciones y la cultura democrática se entrelazan para garantizar los derechos fundamentales. En un contexto marcado por la transformación social y tecnológica, su pensamiento ofrece una mirada profundamente humana sobre la aplicación del Derecho.

Entre sus aportaciones más destacadas figuran estudios sobre el papel del Parlamento en los sistemas constitucionales, la función del Tribunal Constitucional y la necesidad de reforzar la transparencia institucional como garantía del Estado de Derecho. Su influencia se deja sentir tanto en la doctrina como en la práctica jurídica, donde su visión de un Derecho al servicio de las personas ha dejado huella.

El Derecho Constitucional no es solo un conjunto de normas, sino una cultura de libertad, responsabilidad y convivencia democrática”, ha manifestado en más de una ocasión la jurista. Esta concepción, que combina rigor técnico y compromiso ético, sintetiza el espíritu del premio que hoy se le concede.

Una cita con la historia del Derecho español

El acto de entrega del Premio Pelayo 2025 no es únicamente una ceremonia de homenaje. Es, además, un reflejo del prestigio que ha alcanzado la abogacía y el pensamiento jurídico en España. Cada edición consolida el compromiso de Pelayo con la promoción del conocimiento y la defensa de los valores constitucionales, fundamentales para el equilibrio y la salud institucional del país.

Con más de tres décadas de trayectoria, el Premio Pelayo ha construido un legado de prestigio, independencia y continuidad. Figuras como Tomás Ramón Fernández, Antonio Garrigues Walker, María Emilia Casas o Landelino Lavilla forman parte de su historia. Hoy, a esa lista se suma el nombre de Paloma Biglino Campos, símbolo de una generación de juristas que han sabido combinar el pensamiento académico con la vocación de servicio público.

Un galardón que reafirma los valores del Derecho

El Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio es mucho más que un reconocimiento individual: es una celebración colectiva del Derecho como instrumento de justicia y convivencia. A través de figuras como Paloma Biglino, se pone en valor la importancia del conocimiento jurídico como base del progreso democrático.

En un momento en que la sociedad demanda transparencia, ética y responsabilidad, este galardón reivindica la vigencia del pensamiento jurídico riguroso, capaz de ofrecer respuestas a los desafíos del presente y del futuro.

El Derecho no solo organiza la vida pública, también refleja el alma de una nación”, recordaba el jurista Antonio Hernández Gil, primer premiado en 1991. Tres décadas después, el Premio Pelayo mantiene viva esa idea, reconociendo a quienes, como Biglino, han hecho del Derecho una vocación al servicio de todos.

La entrega del XXXI Premio Pelayo refuerza la importancia de la excelencia jurídica en España, reconociendo la destacada trayectoria de Paloma Biglino Campos. Su compromiso con la justicia constitucional y la defensa de los derechos fundamentales se erige como un faro para las nuevas generaciones de juristas.

Este galardón no solo honra el trabajo individual, sino que también celebra el valor del Derecho como pilar de la convivencia y la democracia, reafirmando su vital relevancia en nuestra sociedad actual.

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