Directivos y Empresas

Los buenos jefes retienen talento e impulsan culturas

En muchas ocasiones habremos oído aquello de la fuga de talento es cosa de jefes y no de empresas. Habrá casos que efectivamente sea así y otros que no tanto, porque la cultura de una empresa no esté a la altura de las expectativas del talento.

 

En cualquier caso, en la misma ecuación se dan cita tanto culturas como jefes. Gonzalo Martínez de Miguel, CEO de Infova y director del Acelerador del talento Directivo también ha oído aquello de que «nos vamos de los jefes, no de las empresas».

 

El experto es de los que piensan que la actitud de un mal jefe puede impactar de forma negativa a la cultura corporativa, y viceversa, es decir, que una mala cultura corporativa puede intoxicar a un buen jefe. En este sentido, De Miguel da la receta para que los directivos se conviertan en buenos jefes, fomenten culturas atractivas y sepan adaptarse al nuevo entorno.

Gonzalo Martínez de Miguel habla del uso del sarcasmo en los jefes

Así son los buenos jefes…

 

Y es que los valores que caracterizan a los buenos jefes son, en opinión del CEO de Infova, la integridad, la vocación de servicio, la humildad, firmeza y la orientación a personas y objetivos. Ahí está todo el manual de instrucciones de los buenos jefes.

 

“Además, en estos tiempos de incertidumbre se multiplica el valor de la serenidad, la flexibilidad, la iniciativa y la agilidad para diseñar y ejecutar los cambios. Si hay una característica especialmente relevante en este contexto volátil es la capacidad para evolucionar la cultura empresarial en la dirección necesaria para acompañar a la estrategia. En los momentos de cambio, los jefes son los guardianes de la cultura”

Gonzalo Martínez de Miguel

 

Las tecnologías y los buenos jefes

 

Acorde a los tiempos que corren, las tecnologías deben jugar un rol importante en el liderazgo. El mundo y las empresas se encuentran en plena transformación y liderar este cambio es tarea de los jefes. Por eso los líderes deben tener nociones y conocimiento digital, no tanto desde el punto de vista técnico, sino más bien de actitud y estar al tanto de todo lo que se mueve.

 

Quien lidera tiene que estar muy atento a la evolución tecnológica, porque es su responsabilidad acertar con el momento para adoptar esos nuevos avances.

 

Sin influencia del modelo de trabajo

 

Así como es necesario la implicación del CEO en el mundo de las tecnologías, no tan importante es su liderazgo en función del modelo de trabajo: híbrido, presencial o full remoto. Para De Miguel, no se es mejor líder por apostar por el trabajo flexible o por el trabajo presencial. Dependerá de lo que la empresa se pueda permitir en su búsqueda de la eficacia. En el mundo de la gestión de empresas hay modas. En muchas ocasiones, tener un criterio propio, contra corriente a los pensamientos mayoritariamente aceptados, es síntoma de liderazgo.

 

A los buenos jefes hay que cuidarlos…

 

De la misma forma que los buenos jefes cuidan a sus empleados, las propias empresas deben velar por sus líderes. “Hay que cuidar a un buen jefe y mantenerlo en forma para no perderlo. Un buen jefe se mantiene firme en el camino correcto. Es cierto que algunos colaboradores pueden abusar de un jefe conciliador, amable y tolerante. Un buen jefe se mantendrá firme en la exigencia de los comportamientos deseados, sin dejar de ser amable. La dirección de personas y equipos es una cuestión de equilibrios inteligentes. La asertividad, la exigencia y la disciplina no riñen con la amabilidad y el cuidado de los colaboradores y de los objetivos”, razona el experto.

En el lado opuesto, para la organización es importante saber gestionar un mal jefe, especialmente en tiempos de incertidumbre. Si un jefe ante la incertidumbre pierde los papeles, toma malas decisiones y pone en peligro a la empresa o al equipo necesita información sobre como su liderazgo es percibido, necesita modelos de serenidad, templanza y buen criterio.

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