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Daniel Rodríguez Asensio: “Los presupuestos demuestran que necesitamos elecciones ya»

Daniel Rodríguez Asensio, Economista y Consultor Estratégico en Alpha Strategy Consulting, ofrece su exhaustivo análisis sobre los presupuestos presentados por el gobierno.

Al experto no le salen las cuentas y espera que así lo entiendan en Bruselas. A modo resumen: “gastos infravalorados e ingresos supravalorados”.

 

Rodríguez Asensio Presupuestos.
Daniel Rodríguez Asensio, Economista y Consultor Estratégico en Alpha Strategy Consulting.

 

Muchos piensan que el borrador de los presupuestos presentados por el gobierno de Pedro Sánchez es el inicio de otra crisis para España. ¿Cómo lo ve usted?

Comparto su visión. Gastar 16.000 millones de euros más en un escenario de consolidación reconocido por el propio Gobierno es un salto al vacío. Solamente estoy de acuerdo con una cosa en relación con estos presupuestos: nos acercan a la España de 2008/2009.

Pero no a la España boyante, uno de los motores económicos de la UE, ni a la España de la clase media floreciente. Sino a la España pre-crisis, aquélla en la que Rodríguez Zapatero inyectó miles de millones de euros en nuestra economía.

¿Resultado? Déficit del 11% y España entrando en la peor crisis económica de su historia económica reciente.

La crisis en nuestro país hubiera pasado de soslayo si no hubiéramos cometido esta aberración económica. Pero oye, todo será por las clases medias y los más desfavorecidos… que somos los que siempre pagamos. 

 

[blockquote style=»1″]La forma en la que han comunicado estos presupuestos es uno de los elementos más preocupantes[/blockquote]

 

¿Qué es lo que no nos han contado sobre las partidas de gasto en estos presupuestos?

La forma en la que han comunicado estos presupuestos es uno de los elementos más preocupantes. El borrador de presupuestos se envió a Bruselas el día 15 de octubre.

Pues bien, el fin de semana anterior corrió por redes sociales una tabla, supuestamente distribuida por Podemos, en la que se afirmaba que el gasto público iba a incrementarse en 5.700 millones y los ingresos en 7.200 millones. 

Cuando la vi pensé que había perdido por completo cualquier noción de economía que algún día hubiera podido tener. En los presupuestos de 2018 el incremento de las pensiones -que ya se revalorizaron conforme al IPC, recuerden -fue de 5.200 millones. ¡Casi lo que decían PSOE y Podemos para el conjunto del presupuesto! 

Pedro Sánchez firma el borrador de los PGE en presencia de Pablo Iglesias.

Eché mis cuentas y me salían unos 13.000 millones de gasto. Me tildaron de loco, de asalariado del PP, de facha y toda una serie de lindezas. Finalmente, me quedé corto, han sido 16.000… como mínimo. 

Los presupuestos son como los programas económicos a los que nos ha acostumbrado Podemos. Un verdadero plan de marketing sin un solo número capaz de ser defendido con un argumento de peso. Los gastos están infravalorados y los ingresos supravalorados. 

Para que se hagan una idea, con el impuesto a las tecnológicas pretenden recaudar unos 1.200 millones de euros. El mercado de publicidad digital en España, dominado por Facebook y Google principalmente, asciende en su totalidad a 1.500 millones.

Amazon, por su parte, podría estar ingresando unos 1.300 millones en nuestro país. La recaudación prevista supondría un 43% de la cifra de negocios generada en nuestro país. Una barbaridad.

Ninguna compañía estaría dispuesta a soportar una carga fiscal de este calibre, y menos este tipo de empresas. Amazon tiene un margen sobre ingresos inferior al 5%. O traslada por completo el precio a su producto sin que afecte a la demanda, o tendrá que salir.

Yo soy cliente habitual de Amazon y la última vez que me puse en contacto con su call center me llamaron desde Irlanda…

Tampoco nos cuentan que en países como Alemania y Francia también han dibujado un escenario macroeconómico de desaceleración en sus presupuestos. La principal diferencia es que ellos apuestan por resguardar sus cuentas públicas para tener recursos ante el invierno que se nos viene encima, mientras Italia y España seguimos tirando la casa por la ventana. Después hablaremos de la Europa de las dos velocidades y toda esa colección de patrañas que usamos para que nos sigan dando recursos públicos. 

 

Antes o después llegarán unas próximas elecciones generales. ¿Esta hoja de ruta le resulta electoralista?

Es duro decirlo, pero comienza a resultarme familiar. Todo esto del pluralismo político, de echar abajo el bipartidismo y demás se está convirtiendo en un juego de compra de votos en el Parlamento con el dinero de su bolsillo y el mío. España ha tenido déficit público durante 15 de los últimos 19 años.

Primero fue el estado de bienestar y la modernización de estructuras públicas de primer nivel. Después, la crisis. Ahora, no se sabe muy bien el qué. Pero seguimos gastando como si realmente tuviera algún efecto positivo sobre la población.

Mientras, la realidad lo que dice es que los más desfavorecidos soportan una brecha fiscal casi cuatro puntos superior a la media de la OCDE y, mientras en ésta disminuye, en España aumenta. En cuanto a algún político o tertuliano se le ocurre hablar en esos términos saltan todas las alarmas y llega el mantra: ¿Y cómo va a pagar usted el estado de bienestar?

El estado de bienestar se ha construido con progreso y prosperidad. Y así seguiremos pagándolo. No con palos en las ruedas y haciendo de nuestro país un infierno fiscal.

Tengo esperanza porque cada vez veo un movimiento liberal mayor en España. Gente que está harta de que la roben con el BOE en la mano todos los meses sin contraprestaciones acordes. Y poco a poco lo iremos viendo en las urnas. 

Necesitamos elecciones urgentemente. Los partidos del cambio abogan por hacer lo mismo de siempre, cuyas consecuencias ya las sabemos. Es momento de cambiar de verdad y orientar el país hacia el crecimiento y la revolución digital. 

 

[blockquote style=»1″]Los más desfavorecidos soportan una brecha fiscal casi cuatro puntos superior a la media de la OCDE y, mientras en ésta disminuye, en España aumenta[/blockquote]

 

Usted que es fiel defensor de la gran empresa. ¿Qué impacto cree que tendrá la nueva fiscalidad de aprobarse la norma?

Para empezar, empresas como el Banco Santander, que está pagando el 50% de su beneficio operativo en España en impuestos, ya han avisado de que, en caso de que siga adelante esta batería, modificarán su estructura jurídica. Esto, de facto, es trasladar negocio a otro país, y pagar impuestos por ello. 

Según la Agencia Tributaria, el tipo efectivo pagado por las grandes empresas es del 19%, y es superior al de las Pymes. La banca está pagando en un 29%. ¡Es una barbaridad! 

A nuestras grandes empresas las hemos pedido que diversifiquen su negocio para afrontar mejor las crisis futuras. Esto es, que internacionalicen su negocio. Y lo han hecho de una forma rápida y efectiva.

Ahora, les decimos que ese dinero que generan fuera tiene que tributar doblemente, tanto en el país de origen como aquí en España… a pesar de que pudiera haber convenios de doble imposición que pretenden evitar eso. Afortunadamente, no han cedido a las presiones de Podemos, que querían duplicar la fiscalidad a estas empresas. Pero eso es insuficiente.

Otro efecto inmediato va a ser la pérdida de valor bursátil de nuestras compañías. Y el IBEX no está para tirar muchos cohetes.

 

Otros de los grandes damnificados por la próxima tributación son los autónomos. ¿Frenará esto la oleada de emprendedores en España?

Los autónomos y las Pymes son los grandes olvidados de nuestra economía. La subida del SMI y la vinculación de la cuota de la Seguridad Social con el nivel de ingresos es, de facto, una subida de impuestos para más del 80% de los autónomos.

Sánchez se reunió con el Presidente de la Comisión Europea: Jean-Claude Juncker.

Mientras el mundo desarrollado avanza hacia la bajada de impuestos a empresas y autónomos -Grecia incluida –nosotros vamos en dirección contraria. Y, si un empresario no es capaz de pagar un salario definido por alguien que no ha gestionado una empresa en su vida, es que no merece el honor de ser considerado empresario (Nótese la ironía).

Es mucho mejor que esté en las listas del paro cobrando del dinero de todos y perdiendo valor profesional. 

El problema de emprendimiento en España es limitado. Tenemos hubs tecnológicos de primer nivel como Madrid o Barcelona. El verdadero problema a la hora de afrontar la revolución digital es cuando las startups tienen que crecer y se enfrentan con un sinfín de barreras burocráticas y legales que, en la práctica, lastran su evolución. El SMI es una de ellas. 

 

[blockquote style=»1″]Todo esto del pluralismo político, de echar abajo el bipartidismo y demás se está convirtiendo en un juego de compra de votos en el Parlamento con el dinero de su bolsillo y el mío[/blockquote]

 

¿Cuál es el precio que tendrá que pagar el gobierno para convencer a nacionalistas vascos e independentistas catalanes?

No lo sé. Es una de las grandes incógnitas. Hasta ahora, el apoyo del PNV y demás partidos minoritarios se ha saldado con un cheque de unos cuantos miles de millones de euros para gastar libremente.

Ahora, con unos presupuestos tan ajustados por la parte del gasto y ya enviados a Bruselas, parece más complicado. Pero alguna concesión tendrán que hacer. Está claro que no van a conceder el voto de forma gratuita solamente ante la amenaza de “ojo, que como haya elecciones y vengan otros puede que sea peor para ustedes”.

 

Con la atención puesta en Italia, ¿cree que Bruselas dará por buenos estos presupuestos o será más bien cortante?

Espero que no los apruebe. Son un peligro para la estabilidad de la zona euro en su conjunto. Estamos hablando de que hay casas de analistas que dan un déficit acumulado para el medio plazo de 138.000 millones de euros adicionales.

Esto, en un país que ha incurrido en déficit crónico desde 1988 y tiene una deuda superior al 130% del PIB, es un camino perfectamente trazado hacia el impago de deuda pública. 

Hasta ahora, los indicadores de riesgo permanecen sedados por la política económica del BCE. Pero desde el 1 de enero éste deja de comprar deuda, y va a empezar la fiesta. Italia ha sido campeón europeo en términos de deuda en manos del BCE sobre PIB, y es uno de los países que más tipo de interés está pagando por su deuda pública. De hecho, el BCE ha sido su principal -y casi único -comprador de deuda. 

Desde el 1 de enero se va a producir una contracción importante de la demanda de bonos soberanos en Europa, e Italia va a ser una de las economías más vulnerables. Esto implica un incremento del tipo de interés exigido a la deuda.

El resto de la historia, ya se la saben. Es lo que le ocurrió a Grecia. 

 

 

 

Por cierto, ¿hacia dónde camina Italia? ¿Está siguiendo el código estándar del populista irresponsable?

Italia cumple a rajatabla el manual del populista. Primero, se promete el oro y el moro a los ciudadanos. Después, se incurre en una senda de gasto público imposible de pagar. Finalmente, se echan balones fuera -en este caso a la UE -para trasladar responsabilidades que son exclusivas de sus dirigentes.

Ya hemos comenzado a escuchar frases provocantes de los dirigentes italianos como, por ejemplo, que “estaría mejor fuera de la Unión Europea”. Ellos saben que es un farol, pero así añaden presión para conseguir más recursos. 

Fuera de la Unión Europea tendrían que hacer frente a una deuda pública de 20.500 euros por habitante, en una moneda que no valdría nada. Si algo les ha salvado de no ser Argentina o Venezuela ha sido el euro. Pero cualquier excusa es válida para seguir creando enormes estructuras clientelares mientras ahogan a los ciudadanos a impuestos con cargo a un estado de bienestar que se convierte en bienestar del estado. Especialmente, de sus gobernantes. 

 

[blockquote style=»1″]Mientras el mundo desarrollado avanza hacia la bajada de impuestos a empresas y autónomos -Grecia incluida –nosotros vamos en dirección contraria[/blockquote]

 

De vuelta a España, ¿cree que el mayor palo en la rueda al proceso de transformación digital en el país se da por la vía impositiva?

Daniel Rodríguez Asensio.

España tiene muchas trabas a la hora de adoptar la revolución digital. Nuestra aproximación progresiva a ser un infierno fiscal es una de ellas, y muy importante. Especialmente, cuando todo el entorno regulatorio se vuelve inestable, y con tendencia a penalizar al entramado empresarial por defecto. 

Si a esto le añades nuestras enormes estructuras burocráticas, es imposible que emerjan grandes empresas digitales. El propio Ministerio de Economía, en un informe, alerta de la problemática existente en las empresas de nueva creación para crecer.

Hay un escalón alarmante entre el número de empresas con 49 trabajadores y el de 51. ¿Por qué? Por las enormes trabas burocráticas que hay que afrontar para ser una gran empresa. Hay que dar de comer a la administración central, autonómica y local, y eso se nota. Por no hablar de los sindicatos…

Mire los principales índices bursátiles a nivel mundial. Están dominados por Facebook, Google y Amazon, entre otros, que luchan por el billón de dólares de capitalización. ¿Dónde estaban hace 30 años? Ahora mire el IBEX. Apenas ha cambiado.

La revolución digital es una de las amenazas más relevantes para nuestra clase política y sus enormes estructuras clientelares. Y, ¿cómo reaccionan? Dando la vuelta a la tortilla. “Los robots van a quitarte el empleo”, “Impuestos y subvenciones medioambientales”, y un sinfín de mentiras que solamente pretenden proteger su status quo. 

 

También el estado de bienestar absorbe la mayoría de los recursos. ¿Cuál es la forma más viable de crecer manteniendo este modelo del bienestar?

El estado de bienestar nace en torno a una economía capaz de crecer de forma sostenible y sostenida en el tiempo, y solamente podremos mantener si logramos esas mismas condiciones. Para ello, hay una variable clave: la productividad. Precisamente, lo que nos estamos encargando de dilapidar con la excusa falsa de proteger el estado de bienestar.

Tenemos que entender que si la maquinaria no hubiera entrado en el sector agrícola no se hubiera producido una migración masiva hacia las ciudades y hacia el sector industrial.

De la misma manera, la innovación tecnológica fue la causante de migrar mano de obra hacia el sector servicios.

Todo ello, con una ganancia de productividad que ha permitido más salarios, menores costes para servicios esenciales y, en definitiva, una mejora de las condiciones de vida sin precedentes en la historia. 

La revolución digital, la automatización y la robotización son solamente un paso más en el proceso innovador que hemos seguido siempre. No se dejen engañar por frases de personas que solamente quieren conservar su sillón, pagado por todos ustedes.

La tecnología no está aquí para quitarles el empleo. A lo sumo, migrará el de sus hijos hacia sectores más productivos, que les podrán pagar un mayor salario. 

Llevamos una década perdida y ya tenemos problemas serios de sostenibilidad en las pensiones. Imagínense si entramos en una fase de estancamiento secular.

 

[blockquote style=»1″]Los indicadores de riesgo permanecen sedados por la política económica del BCE. Pero desde el 1 de enero éste deja de comprar deuda, y va a empezar la fiesta[/blockquote]

 

¿Compraría usted la idea de elevar los impuestos a las grandes empresas a cambio de eliminar la gran maraña burocrática que hay a su alrededor?

No. Entre otras cosas, porque son dos elementos que van de la mano. La maraña burocrática es un mecanismo de protección de las macroestructuras estatales, gestionadas por los políticos. O, lo que es lo mismo, todo un ejército de yonkis estatales a los que amedrentar con que viene el lobo cuando llegan las elecciones y viene un nuevo candidato diciendo que va a meter mano al gasto público. 

Por lo tanto, más impuestos llevan ineludiblemente a mayor gasto público, que en un porcentaje elevado es consumido por las estructuras burocráticas. Si eliminamos la burocracia el gasto público disminuye y los impuestos, a grandes empresas y a los ciudadanos, también. Así de fácil. 

 

¿El nuevo impuesto sobre servicios digitales y transacciones financieras será repercutido casi directamente al bolsillo del ciudadano?

Ante estas dos figuras impositivas tenemos dos casuísticas distintas.

Por una parte, el impuesto a las transacciones financieras lo van a pagar directamente los clientes cada vez que hagan la transacción. Es como el de las bolsas de plástico. Cuando va usted al supermercado, y quiere bolsa de plástico, le cobran cinco céntimos.

Pues, a partir de enero de 2019, si no hay suerte y los presupuestos salen adelante, cada vez que haga una operación financiera tendrá que pagar las comisiones bancarias y el impuesto -adicional -que está poniendo en marcha el gobierno.

En el caso de la tasa Google, la carga fiscal se va a repartir entre los consumidores y las pequeñas empresas. Una empresa que quiera posicionar su publicidad digital a través de Google va a tener que asumir el incremento de precio que le imponga la plataforma y, en muchos casos, no podrá repercutirlo a sus clientes por la elevada competencia.

Lo mismo ocurre con los millones de pequeñas empresas que venden sus productos a través de Amazon.

Sin embargo, Amazon sí que podrá subir esos precios. ¿Por qué? Tiene libertad para sacar a cualquier empresa que venda sus productos por debajo de su precio, y herramientas para hacerlo conforme a las leyes de mercado.Por tanto, lo vamos a pagar usted y yo. 

En cualquier caso, incluso aunque entre en los presupuestos, hay que ver si realmente entra en vigor. Tiene unos hándicaps técnicos serios y algunos aspectos que podrían estar al margen de la ley. Veremos. 

 

 

 

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