Directivos y Empresas

Juan Ramón Rallo: “Cuando vuelvan los problemas, nuestra capacidad de respuesta será limitada”

Juan Ramón Rallo, economista y profesor universitario, admite que se han corregido problemas en esta etapa de crecimiento común en Europa.

Si bien quedan reformas esenciales que limitarían la capacidad de maniobra española cuando vengan mal dadas. Respecto al gobierno, Rallo mantiene que las propuestas de la administración solo sirven para ganar tiempo y “comprar votos” de cara a unas próximas elecciones.

 

 Todos los analistas califican los últimos datos de empleo como extraordinarios, pese a la temporalidad de los puestos de trabajo. ¿Hasta qué punto la temporalidad se puede poner como excusa desde una visión crítica?

La temporalidad es un problema muy importante en el panorama laboral español. Somos la economía con mayor tasa de temporalidad de toda Europa y por ello es un problema de primer orden, no solo desde el punto de vista del trabajador, sino también de las condiciones productivas.

Un empleado temporal que va agotando permanentemente un determinado puesto supone una pérdida de inversión por parte de la empresa. Es un problema serio, pero no viene de ahora, sino que llevamos 30 años con él y ningún partido político está haciendo nada por corregirlo.

Con todo, los datos de empleo son claramente positivos. 

 

Los bancos, pese a su rescate y su restructuración, siguen presentando resultados con beneficios. ¿La banca goza de una salud mucho mejor de lo que muchos piensan?

Yo tampoco diría eso, los bancos, cuando la economía crece (y por tanto, los créditos se están pagando) y los precios de los activos suben, gozan de buena salud. Es un contexto en el que los bancos es imposible que quiebren, pero la cuestión es qué pasa cuando vengan mal dadas.

En ese otro entorno es cuando la economía se testea y se ve hasta qué punto la banca lo ha hecho bien durante la etapa expansiva, capitalizándose suficientemente o en cambio si dicha etapa fue un espejismo.

 

[blockquote style=»1″]Me parece un disparate un impuesto a las tecnológicas. España es uno de los países menos digitalizados de Europa y gravando la digitalización no vamos a conseguir una economía más avanzada[/blockquote]

 

Aunque no hayan pasado los 100 días de gracia, ¿cómo valora las acciones y pretensiones del nuevo gobierno de Pedro Sánchez?

Acciones, pocas, afortunadamente. ¿Pretensiones?, si son las que han hecho públicas, bastante mal. Subidas de impuestos, derogación parcial de la reforma laboral, cesiones al chantaje de los taxistas… Están ganando tiempo en el poder para comprar votos ante unas próximas elecciones.

Si en cambio estas pretensiones comunicadas son más bien una especie de farsa para que aquellos grupos que reclaman este tipo de reivindicaciones se sientan cómodos con la existencia de un gobierno que tiene esa intención, sería una treta más de la política. Sería afortunado que no tocasen nada de lo que está funcionando.

 

Fiscalidad alta en los presupuestos.

 

Nuevas tasas, impuesto de sociedades… ¿Qué la parece el proyecto de ley que quiere aprobar el ejecutivo para gravar las actividades de las tecnológicas y la banca?

Empezando por la banca, podría ser justificable un impuesto para este sector. No lo critico per se porque la banca es un sector hiperprivilegiado, de hecho ha recibido un apoyo directo o indirecto muy grande de los contribuyentes durante la última crisis y por ello entiendo que haya personas que justifiquen la necesidad de un cierto tributo.

Hay que ver si la teoría de “imponer un impuesto y que nos devuelvan parte de lo que les hemos dado” se confirma con la práctica porque los bancos tienen una facilidad muy grande para repercutir al ciudadano el coste de ese impuesto.

De este modo, si se trata de un impuesto a los clientes de los bancos, esta medida es mucho menos justificable. La evidencia internacional nos dice que finalmente este impuesto lo termina pagando el cliente.

Respecto al impuesto a las tecnológicas, me parece un disparate absoluto. España es uno de los países menos digitalizados de Europa y gravando la digitalización no vamos a conseguir una economía más avanzada.

Es un error cuya única finalidad es hacer caja para financiar un sistema de pensiones que sigue siendo absolutamente insostenible. 

 

[blockquote style=»1″]Pensiones: “se está pasando la patata caliente a las administraciones venideras. 9,5 millones de votantes son una masa muy jugosa que los partidos no quieren perder, pero es una tremenda irresponsabilidad[/blockquote]

 

¿Se está dejando escurrir nuevamente el bulto de las pensiones? Ningún gobierno parece que se atreva a meterse en serio con este problema…

En 2011 y 2013 sí se metieron más o menos en serio. En 2011 se retrasó la edad de jubilación y se modificaron las bases de cálculo de la pensión, mientras que en 2013 se desindexaron las pensiones del IPC.

Fueron dos reformas que a medio y largo plazo garantizaban la sostenibilidad del sistema a través de recortes. En cuanto esos recortes se han empezado a visibilizar y han empezado a tener un coste electoral para el partido que esté en el gobierno, todo el mundo está tratando de revertir esas reformas.

Por tanto, lo que están haciendo es pasar la patata caliente a las administraciones venideras. 9,5 millones de pensionistas votantes son una masa muy jugosa que no quieren perder, pero desde luego es una tremenda irresponsabilidad financiera, económica y también política.  

 

¿El independentismo y la incertidumbre catalana ha dejado de ser uno de los principales riesgos económicos para España?

Yo no sé hasta qué punto en algún momento lo fue. Es verdad que todos los indicadores en el momento más crítico del conflicto parecían indicar una ralentización o un golpe para la economía catalana.

Lo cierto es que, por unas razones u otras, esos indicadores se han comportado de una manera más moderada de lo esperado. No sabríamos qué habría pasado si Cataluña se hubiera independizado, pero ahora mismo no es un factor que esté preocupando seriamente a ningún inversor.

 

Una de las vías para salir de la crisis era cambiar el modelo productivo del país. ¿Hacia dónde apunta este modelo en España? ¿Qué valor añadido estamos en condiciones de aportar?

No hay únicamente un sector en el que se pueda resumir una economía tan grande como la española. El modelo productivo ha cambiado, pero no todo lo que debería porque sigue habiendo 3,5 millones de parados.

Se necesitan empresas donde estas personas deban trabajar y estas organizaciones deben ser creadas, pero ya veremos cuáles. Desde luego, hemos pasado de un peso de la construcción y del sector financiero de en torno al 15% del PIB a uno que ahora mismo es la mitad.

Esos puntos ahora lo ocupan otros sectores, como la hostelería, los servicios profesionales, está habiendo en parte un cierto rearme industrial, las exportaciones e incluso los servicios sociales. 

De momento ese cambio que estamos viviendo parece que es un cambio sano, porque no estamos endeudándonos externamente, sino que estamos manteniendo nuestra competitividad mientras crecemos.

Juan Ramón Rallo.

 

Las exportaciones en el primer semestre del año se han ralentizado en España. ¿Está tendencia tendrá recorrido con las tensiones geopolíticas en el mundo?

Las exportaciones españolas se ven facilitadas por dos elementos: uno es la demanda exterior y otro es el bajo precio del petróleo. Eran dos vientos de cola, pero el petróleo está dejando de soplar claramente, no sabemos cuál va a ser su evolución.

Respecto a la demanda, no se sabe cómo seguirá teniendo en cuenta la incertidumbre política o la amenaza proteccionista de múltiples frentes en ciernes.

 

¿La multa a Google por parte de Europa puede ser un ejemplo de la guerra comercial que se está viviendo entre Estados Unidos y el viejo continente?

Yo no lo vincularía a la guerra comercial, básicamente porque el procedimiento viene de mucho antes. Si lo queremos, dentro de un enfrentamiento de dos bloques que no ha empezado ahora Trump, sino que viene de tiempo.

La UE tiene una cierta fijación con las multinacionales estadounidenses a las que, de alguna manera, ve como invasivas y observa con cierta frustración cómo Europa no ha sido capaz de crear nada similar a estas grandes empresas. 

 

Hace seis años, Draghi dijo que “el BCE está dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente”. ¿Qué riesgos tiene hoy la Eurozona que en esa etapa no tenía?

Cuando todas las economías están creciendo, riesgos no hay muchos. Los déficits se van corrigiendo, la sostenibilidad de la deuda se va garantizando, la demanda de pasivos europeos más o menos crece…

Pero hay problemas esenciales que no se han resuelto como las reducciones de la deuda pública en España o Grecia. Esto indica que cuando vuelvan los problemas, nuestra capacidad de respuesta será limitada. 

 

 

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