Goirigolzarri bromea sobre la Unión Bancaria y espera que se cree el FGD antes de que llegue otra crisis

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El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha bromeado este jueves sobre la constitución de la Unión Bancaria y, tras señalar que el modelo de supervisión ya se ha definido y el mecanismo único de resolución está sin concretar, ha insistido en que el Fondo de Garantía de Depósitos continúa sin crearse, algo que espera que "suceda antes de que una nueva crisis obligue a ello".

MADRID, 6 (EUROPA PRESS)

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha bromeado este jueves sobre la constitución de la Unión Bancaria y, tras señalar que el modelo de supervisión ya se ha definido y el mecanismo único de resolución está sin concretar, ha insistido en que el Fondo de Garantía de Depósitos continúa sin crearse, algo que espera que "suceda antes de que una nueva crisis obligue a ello".

Durante la presentación del 'Anuario del euro 2013', estudio promovido por la fundación ICO, el directivo ha señalado que a día de hoy la Unión Europea "es el único medio para evitar la irrelevancia internacional en un mundo cuyo eje se aleja y se acerca de Europa".

En este sentido, ha señalado que hay que alegrarse de que los valores europeos se estén convirtiendo en las bases de las sociedades emergentes, pero ha advertido de que el riesgo de "irrelevancia política" de Europa "está ahí".

Goirigolzarri ha recordado que la crisis llegó en 2007, cuando Europa estaba "equilibrada", pero se llegó a un punto en que la política se convirtió en deflacionista y se volvió "muy restrictiva" en comparación con lo que se estaba viendo en otras economías.

FRAGMENTACIÓN DE LOS MERCADOS

"Esto llevó a la fragmentación", ha apuntado, al tiempo que ha recordado que esta situación condujo a una crisis de liquidez "sin precedentes" en la que se llegó a apostar por la ruptura del euro. "Era el año 2012. Era necesario reaccionar y se reaccionó. Se levantó la bandera de la Unión Bancaria Europea", ha agregado.

Desde su punto de vista, uno de los errores que se habían cometido en el pasado fue el de intentar minimizar el volumen de fondos inyectados en el sistema, dando soluciones "subóptimas" a las entidades", lo que generaba falta de confianza.

En esto surgió la Unión Bancaria, dos de cuyas patas están prácticamente definidas, a la espera del Fondo de Garantía de Depósitos, "el único medio para conseguir que dos euros depositados en dos bancos con idénticos fundamentales tengan el mismo nivel de seguridad con independencia de donde tengan los bancos su domicilio social".

Goirigolzarri ha destacado que a día de hoy "Europa es una realidad en construcción, donde los países tienen un nivel de influencia superior a las instituciones comunitarias". "No hay alternativa real a la Unión Europea. No debemos caer en la ingenuidad de pensar que los intereses nacionales no existen, pero deben ser compatibles con el avance que todos necesitamos", ha concluido.

ANUARIO DEL EURO

El 'Anuario del euro 2013', cuya presentación ha clausurado Goirigolzarri, es un trabajo dirigido por Fernando Fernández, con el apoyo de la Fundación ICO, en el se explica cómo ha evolucionado la moneda desde su creación y en el que se señala que es necesario ser realista sobre sus posibilidades como divisa internacional.

Los expertos explican en el libro que la fragmentación financiera en la Eurozona se ha reducido, pero no ha desaparecido, e insisten en que permanece un "excesivo sesgo doméstico" en las carteras de los inversores en el área euro para poder hablar plenamente de un mercado financiero integrado.

Además, indican que se echa en falta un activo europeo que permita normalizar la política monetaria en Europa, lo que, destacan, "obligará a replantearse la cuestión del Tesoro Europeo". Advierten, asimismo, de que el Banco Central Europeo (BCE) se juega su credibilidad en los nuevos test de estrés que se realizarán a final de año.

También hacen hincapié en que es necesaria una política europea de competitividad y de reformas estructurales y una mayor supervisión europea en estas cuestiones, al tiempo que subrayan que el coste de salvar al euro puede ser la fragmentación de la Unión Europea.

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